“Tenemos una firme confianza en nuestro aliado democrático, Reino Unido, para que afronte democráticamente esta situación interna”, dijo la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Agregó que Estados Unidos volvió a emitir una guía estándar para que los estadunidenses que se encuentran en Reino Unido eviten las manifestaciones y tomen las precauciones necesarias, así como otras recomendaciones.
Cameron, quien suspendió sus vacaciones para afrontar la situación, condenó la violencia, anunció el despliegue de 16 mil policías para mantener el orden y adelantó una reunión del Parlamento para responder a la violencia.
Los disturbios, saqueos y vandalismo en la capital británica ocurrieron tras la muerte, el jueves pasado, de Mark Duggan, un joven de 29 años del vecindario de Tottenham, al norte de Londres, en un tiroteo entre policías que vigilaban barrios de inmigrantes.
La primera víctima fatal de la ola de violencia es un hombre que murió de un disparo en Londres, según reportes de prensa. Decenas de personas han resultado heridas y la policía ha realizado centenares de detenciones.
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