Londres amanece aliviada. La mayúscula presencia policial, con un despliegue de 16.000 agentes de Policía llegados de todo el Reino Unido -algunos en furgonetas alquiladas tras 5 horas de trayecto-, fue suficiente para evitar una cuarta madrugada de saqueos indiscriminados en barrios como Tottenham, Hackney, Enfield, Brixton, Peckham o la misma Oxford Circus. La orden de disparar con pelotas de goma y reprimir con más contundencia contribuyó a aplacar los actos vandálicos.

Los furgones situados en lugares estratégicos como en Mare Street (distrito de Hackney), los vuelos de helicópteros y agentes disiminados por todas las calles dieron paso a la calma en una capital que hace recuento de las pérdidas económicas causadas en los negocios. Según informa The Guardian este miércoles, los actos vandálicos podrían costar a las arcas públicas unos 100 millones de libras (113 millones de euros).

La legislación británica prevé en estos casos, especificando que en caso de daños causados por "revueltas o disturbios masivos y tumultuosos", las víctimas tendrán derecho a una compensación. Las compañías de seguros están en negociación con las autoridades para evaluar de qué forma tendrán que responder ante lo ocurrido.
¿Podrá suceder durante los Juegos Olímpicos?

La reflexión también se produce en los titulares de la prensa de este miércoles sobre el golpe producido a la imagen de una ciudad que el año que viene por estas fechas estará organizando los Juegos Olímpicos. La pregunta que se hacen todos ahora es: ¿Puede suceder durante el evento deportivo? Más de 560 personas han sido ya arrestadas, más de 100 acusadas de delitos violentos y 32 han comparecido ante la justicia acusados de robo y daño a la propiedad.

Negocios tapiados, hoteles protegidos, cristales en las aceras, tiendas de material deportivo saqueadas a la vista de los transeúntes formaban parte de la postal que muchos curiosos querían captar a modo de "souvenir". Estos turistas de las zonas del "saqueo" junto a los policías fueron los protagonistas de una noche en la que los "hoodies" -como se les conoce a los vándalos que se refugian con capucha- tan sólo protagonizaron pequeños conatos de sabotaje en la capital londinense.

Se extiende a otras ciudades

Pero si se tapa un agujero -masivo como era el londinense-, surgieron otros en ciudades como Birmingham, Manchester, Wolverhampton o West Bromwich. Especialmente virulenta fue la noche en Manchester donde se repitieron las escenas de saqueo vividas días atrás en Londres. La Policía confirmó la detención de 47 personas después de enfrentarse durante toda la noche a unos 2.000 vándalos.

"No tienen ningún motivo de protesta. Es simple violencia por la violencia, con la razón del pillaje y del robo", manifestó un portavoz de la Policía de Manchester. La masiva presencia policial en las calles de Londres y, previsiblemente, en otras ciudades se mantendrá durante toda la semana, especialmente viernes y sábado, pruebas de fuego para poner fin a esta revuelta vandálica, que comenzó el pasado sábado tras la protesta por la muerte días antes del joven de origen afrocaribeño Mark Duggan, cuando iba a ser detenido cerca de un centro comercial en el barrio de Tottenham.

Las causas de su muerte siguen bajo investigación de una comisión independiente. El primer examen balístico asegura que Duggan no abrió fuego durante los incidentes que le costaron la vida.