El robot explorador Opportunity de la NASA ha llegado al cráter marciano Endeavour después de un viaje de casi tres años. En el lugar, los científicos esperan ver rocas mucho más antiguas, con minerales de arcilla que podrían haberse formado en un primer período cálido y húmedo y que pueden dar pistas sobre la habitabilidad del planeta. Además, los datos que obtenga el rover pueden ser claves para una futura misión tripulada al Planeta rojo.
Según ha informado la agencia espacial estadounidense, el robot, que tiene el tamaño de un carrito de golf, transmitió el 9 de agosto su llegada al punto conocido como Spirit Point, en el borde del cráter, el lugar donde su rover gemelo Spirit dejó de enviar datos a la Tierra. Opportunity alcanzó el destino asignado por los científicos de la NASA después de recorrer 21 kilómetros desde el cráter Victoria, según datos de la Unión Astronómica Internacional (IAU).
"La NASA continúa escribiendo importantes capítulos en la historia de la exploración con descubrimientos en Marte y viajes a una gran variedad de nuevos destinos", ha dicho el director de la agencia, Charles Bolden, en un comunicado. Bolden ha subrayado que los hallazgos y los datos que envíe el robot marciano tendrán un "papel clave" para hacer posible una misión tripulada al Planeta rojo en el futuro.
El cráter Endeavour, de 22 kilómetros de diámetro, es 25 veces mayor que el Victoria y los científicos esperan ver rocas mucho más antiguas que las hasta ahora observadas por el robot durante sus siete años de misión en Marte. Los científicos de la NASA señalaron el Endeavour como un destino interesante después de que el Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO) detectara minerales de arcilla que podrían haberse formado en un primer período cálido y húmedo.
Entorno potencialmente habitable
"Vamos a tener pronto la oportunidad de ver muestras de un tipo de rocas que el robot no había visto todavía", dijo Matthew Golombek, miembro del equipo científico de esta misión, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena (California). Según ha explicado, los minerales de arcilla se forman en condiciones de humedad, por lo que con los datos enviados por Opportunity "podemos aprender sobre un entorno potencialmente habitable que parece haber sido muy diferente de las rocas halladas en los llanos".
La NASA lanzó los robots gemelos Spirit y Opportunity en el verano de 2003 con el objetivo de recorrer el Planeta rojo desde dos puntos opuestos. Comenzaron su exploración, prevista inicialmente para tres meses, en enero de 2004, pero su misión se ha ido prolongando y, milagrosamente, Opportunity aún funciona siete años más tarde. En el camino se quedó su hermano Spirit, que, atascado en las arenas marcianas, dejó de comunicarse en marzo de 2010. Los científicos de la NASA trataron de reactivarlo desde la Tierra, pero tras sus infructuosos intentos dieron por concluida su misión en mayo de este año.
La NASA recuerda que ambos rovers han hecho relevantes descubrimientos sobre los ambientes húmedos del antiguo Marte, que podrían haber sido favorables para la vida microbiana.
En sus tareas de investigación les ha ayudado el Orbitador de Reconocimiento de Marte, que fue lanzado el 12 de agosto 2005, en busca de pruebas de que hubo agua en la superficie marciana durante un largo periodo de tiempo y que desde 2006 vigila desde el aire el planeta.
Otras misiones a Marte han demostrado que el agua fluyó por la superficie del planeta, pero los científicos no han determinado si el agua se mantuvo el tiempo suficiente para proporcionar un hábitat que permitiera la vida. Precisamente, gracias a las observaciones del MRO, la semana pasada la NASA anunció el descubrimiento de unas manchas superficiales en laderas de Marte que podrían estar formadas por agua salada, abriendo una posibilidad de encontrar vida en el Planeta rojo.