La policía de Reino Unido adquirirá nuevos poderes para enfrentar posibles nuevos disturbios, entre ellos imponer toques de queda en áreas específicas o para jóvenes menores de 16 años, informó hoy la ministra británica del Interior, Theresa May.

En rueda de prensa, May propuso hacer un revisión completa del funcionamiento de la policía tras los disturbios que se produjeron entre el 6 y 9 de agosto en Londres y otras ciudades, con un saldo de cinco muertos y más de dos mil detenidos.

Destacó que la policía necesita nuevas pautas de funcionamiento, al tiempo que anunció la creación de una Agencia Nacional del Crimen en Reino Unido, según la cadena británica BBC.

La ministra del Interior recordó que los agentes policiales habían sido criticados en el pasado por ser “demasiado duros”, pero agregó que contarán con su apoyo si actúan ahora “dentro de la ley y la razón”.

Subrayó la necesidad de incrementar el número de policías desplegados en las calles, lo que en su opinión no es incompatible con que se lleve a cabo un recorte del 20 por ciento en los presupuestos que aplicará el gobierno.

“Las fuerzas policiales tendrán los recursos necesarios para desplegar agentes en la misma cantidad que hemos visto la semana pasada”, apuntó.

La ministra de Interior reconoció que “es más importante ahora que nunca, porque le estamos pidiendo a la policía que luche contra el crimen con un presupuesto más corto”.

Insistió en que la policía necesita nuevos poderes, por lo que se estudiará un posible cambio en la legislación para que la policía pueda imponer toques de queda en determinadas áreas y para adolescentes menores de 16 años.

Tras el anuncio de May, el grupo defensor de libertades civiles Big Brother Watch expresó su preocupación por los nuevos poderes ofrecidos a la policía, incluido el toque de queda, y consideró que el gobierno “está criminalizando” el estallido social.

Daniel Hamilton, director del grupo, sostuvo que el principio de otorgarle a la policía el poder de decidir libremente por un toque de queda “va en contra de los valores de una sociedad liberal y democrática”.

Este martes, el primer ministro británico, David Cameron, visitó la zona afectada por los disturbios en el barrio londinense de Tottenham y un centro social que provee de comida y ropa a cerca de 200 personas que quedaron sin casa por los disturbios callejeros.

La violencia comenzó el 6 de agosto en el barrio londinense de Tottenham, pero se extendió rápidamente a otras partes de la capital, así como a Birmingham, Manchester, Liverpool, Nottingham, Gloucester y Bristol, en los peores disturbios en Reino Unido en casi tres décadas.