“Esta manifestación es ilegal”, “Ustedes fascistas, son los terroristas”, les gritaron los manifestantes a un grupo de cristianos que permanecían sentados en la madrileña Puerta del Sol y de los que los separaba un fuerte cordón policial en el momento más tenso de la protesta.
Unas 5.000 personas participaron de la marcha, que partió de la plaza Tirso de Molina, pasó por el simbólico “Kilómetro cero” y regresó al punto de partida, donde al finalizar la protesta seguía llegando gente, indicaron los organizadores.
La manifestación se desarrolló inicialmente en un ambiente pacífico y festivo, dominado por cánticos alusivos al motivo principal de la convocatoria que era denunciar el financiamiento público a la visita del papa, quien mañana llega a Madrid para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
“Menos crucifijos y más trabajo fijo” o “menos religión y más educación”, eran los lemas más escuchados entre los ciudadanos que respondieron a la convocatoria de las asociaciones de laicos, ateos y cristianos de base que rechazan el excesivo apoyo institucional a la JMJ en un momento en que España vive una grave crisis económica y financiera.
Los manifestantes caminaron detrás de un gran pancarta en la que podía leerse: “De mis impuestos al papa cero y Estado laico ya”. El humorista Leo Bassi, conocido por ser un ferviente opositor a la jerarquía eclesiástica, llevaba en una bicicleta una pancarta en la que decía “Hessel vs Ratzinger.
El combate espiritual del siglo XXI”. Invitaba a debatir a ambos después de haber logrado movilizar a la juventud española, explicó. Aunque los “indignados” o el movimiento 15-M no convocó la protesta también participó de ella, cuyo tono se elevó al llegar a la Puerta del Sol. “No es del papa esa plaza”, corearon a su llegada.
A los gritos de “viva el Papa” o “Benedicto” de los peregrinos, los laicos respondían con “pederasta” o “es un nazi”. Muy explícitos fueron a la hora de recordar la detención de un joven voluntario de la JMJ que quería atentar contra ellos: “Ustedes fascistas, son los terroristas”. Antes del inicio de la marcha, el presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, aseguró en declaraciones que el arresto el martes de un joven fundamentalista cristiano que pretendía atentar contra la marcha no había generado temor entre los manifestantes y esperaba que la protesta transcurriera con tranquilidad.
No obstante, Delgado advirtió que “el fundamentalismo es una lacra y que son las propias jerarquías religiosas, especialmente la de la Iglesia católica, las que a veces alientan este tipo de violencias”.
El detenido por planear un atentado contra la marcha antipapa era un ultracatólico mexicano de 24 años llamado José Alvano Pérez Bautista, quien residía en el exclusivo barrio madrileño de Salamanca, y estaba en España estudiando en el Instituto de Química Orgánica General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), según reveló el diario mexicano “La Jornada”.
El joven fue detenido tras expresar en foros sociales de corte ultraconservador y de seguidores acérrimos del cristianismo que su intención era atentar contra los opositores al papa.
La policía indicó que el presunto terrorista utilizaba los foros sociales para reclutar seguidores y sus intervenciones hicieron saltar las alarmas ya que los investigadores advirtieron que existían similitudes con el caso del fundamentalista cristiano noruego que mató a 77 personas el mes pasado, y que había anunciado sus planes en internet sin que nadie le hiciera caso. “Esta es mi lucha. Matar maricones”, escribió el detenido, que califica a los homosexuales de “aberración antihumana”, “errores de Dios” y “asquerosas abominaciones”, según el citado diario mexicano.
Los planes del joven, quien se había presentado como voluntario en la JMJ, eran atentar con gases y otras sustancias químicas, aunque en los registros realizados por la policía en su domicilio y su lugar de trabajo no se halló “material comprometido”.
El juez de la Audiencia Nacional de España Fernando Andreu le tomará declaración mañana bajo la acusación de “amenazas terroristas”. “Las amenazas parecen graves y claras, ya que los mensajes tenían la intención de causar terror en la población. Sería un terrorista individual”, dijo una fuente del tribunal.
En este clima, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá mañana al mediodía en el aeropuerto a Benedicto XVI, en su tercera visita a España, que a pesar de ser pastoral adquirió un claro perfil político.