El Papa Benedicto XVI pidió hoy a los jóvenes resistir a la tentación de “sentirse dioses”, de vagar sin rumbo fijo, de pretender decidir por sí solos qué es verdad o no, quién es digno de vivir o debe ser sacrificado.

El pontífice pronunció estas palabras durante la fiesta de acogida a Madrid que le brindaron más de 300 mil personas en la Plaza de Cibeles con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

En un mensaje en español llamó a todos a edificar su vida sobre la “roca firme” para asegurarse que sea “sólida y estable”, capaz de proyectar la luz de Cristo a toda la humanidad, de mostrar una alternativa a quienes se han venido abajo porque los fundamentos de su existencia eran inconsistentes.

Llamó a extender ese ejemplo a quienes se contentan con seguir las corrientes de la moda, se cobijan en el interés inmediato, olvidando la justicia verdadera, o se refugian en pareceres propios en vez de buscar la verdad sin adjetivos.

“Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto, decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias”, sostuvo.

“(Ellos vagan) sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento. Estas tentaciones siempre están al acecho. Es importante no sucumbir a ellas porque, en realidad, conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios”, añadió.

La fiesta de acogida para Benedicto XVI comenzó a las 20:15 horas local (18:15 GMT) con el arribo del Papa procedente de la Puerta de Alcalá, donde poco antes recibió las llaves de oro de la ciudad, plantó un árbol y admiró un espectáculo ecuestre.

A su llegada a Cibeles los integrantes de la tuna del Colegio Mayor Loyola rodearon cantando el “papamóvil” mientras los miles jóvenes presentes agitaban banderas de decenas de países, pancartas y carteles.

Tras unas palabras introductorias del arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el obispo de Roma recibió regalos típicos de manos de cinco jóvenes que representaron los continentes del mundo.

Muy aplaudidos fueron los dones de América, un sombrero colombiano, y de Asia, una corona de flores, ambos atuendos que el líder católico se puso durante unos instantes. Luego una orquesta entonó el himno oficial de la JMJ.

Durante su discurso Joseph Ratzinger afirmó que existen palabras que solamente sirven para entretener y pasan como el viento, otras instruyen la mente en algunos aspectos pero las de Jesús, en cambio, llegan al corazón, arraigan en él y fraguan toda la vida.

Consideró que si esas palabras no alcanzan lo profundo del alma se quedan vacías y se vuelven efímeras, no acercan a Cristo quien se convierte en un personaje lejano, “como una voz entre muchas otras que nos rodean y a las que estamos acostumbrados”.

“Nosotros sabemos bien que hemos sido creados libres, precisamente para que seamos protagonistas de la búsqueda de la verdad y del bien, responsables de nuestras acciones, y no meros ejecutores ciegos, colaboradores creativos en la tarea de cultivar y embellecer la creación”, indicó.

“Queridos amigos: sed prudentes y sabios, edificad vuestras vidas sobre el cimiento firme que es Cristo. Esta sabiduría y prudencia guiará vuestros pasos, nada os hará temblar y en vuestro corazón reinará la paz”, apuntó.

Al terminar el mensaje del líder católico se leyeron oraciones en francés, swahili, español, árabe e italiano antes de la bendición final, con la que terminó el primer acto masivo de la Jornada Mundial de la Juventud 2011 con Benedicto XVI.

Al desalojar la Plaza de Cibeles los organizadores insistieron a los peregrinos no acercarse “por problemas de seguridad” a la Puerta del Sol, lugar donde la víspera algunos católicos fueron agredidos por militantes laicistas e indignados opositores a la visita papal.


Deplora ataques contra Cristianos

El Papa Benedicto XVI deploró hoy la discriminación y la violencia contra los cristianos a su llegada a la capital para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lugar hasta el próximo día 21.

Un día después de algunos enfrentamientos entre participantes de la JMJ y representantes de organizaciones laicas, el pontífice aseguró que los católicos sufren desprecio y persecución abierta en determinadas regiones y países.

A los jóvenes que asisten al encuentro religioso pidió “no os avergoncéis del Señor”, lo cual despertó gritos de ¡Viva el Papa! y aplausos.

En un discurso pronunciado ante los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, en el aeropuerto de Barajas, el líder católico se refirió a los problemas más graves de la sociedad actual, como los conflictos bélicos, la falta de trabajo, el poco respeto al derecho a la vida, el egoísmo y la corrupción.

“No pocos, por causa de su fe en Cristo sufren en sí mismos la discriminación que lleva al desprecio y a la persecución abierta o larvada que padecen en determinadas regiones y países”, dijo.

Aseguró que se les acosa queriendo apartarlos de él, privándolos de los signos de su presencia en la vida pública y silenciando hasta su santo nombre, agregó en su mensaje pronunciado en español.

Poco después de las 12:00 horas locales (10:00 GMT), el avión del Pontífice aterrizó en el aeropuerto de Barajas y, al pie de la escalerilla, fue recibido por los reyes Juan Carlos y Sofía.

Juntos recorrieron una larga alfombra roja después de escuchar los himnos de El Vaticano y España, mientras una banda de música tocó melodías marciales.

Dieron la bienvenida al líder católico unos 50 niños vestidos con el tradicional traje de guardias suizos pontificios, vestimentas medievales de colores azul y amarillo.

Participaron en la ceremonia de bienvenida representantes del gobierno español encabezados por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, autoridades civiles y religiosas, así como unos dos mil jóvenes que portaron banderas de España, de El Vaticano y diversas pancartas.

El Papa aseguró que los jóvenes miran con preocupación el futuro ante la dificultad de encontrar un empleo digno, por haberlo perdido o tenerlo muy precario e inseguro.

“Hay otros que precisan de prevención para no caer en la red de la droga, o de ayuda eficaz, si por desgracia ya cayeron en ella”, sostuvo.

En este contexto, es urgente ayudar a los jóvenes discípulos de Jesús, a permanecer firmes en la fe y a asumir la bella aventura de anunciarla, y testimoniarla abiertamente con su vida, añadió.

El Pontífice afirmó que un testimonio valiente, decidido y prudente a la vez, sin ocultar la propia identidad cristiana puede construir un clima de respetuosa convivencia con las otras legítimas opciones y exigiendo al mismo tiempo el debido respeto a las propias.

“Aunque haya actualmente motivos de preocupación, mayor es el afán de superación de los españoles, con ese dinamismo que les caracteriza y al que tanto contribuyen sus hondas raíces cristianas, muy fecundas a lo largo de los siglos”, sostuvo.

Tras los discursos oficiales, los Reyes y el Papa ingresaron al pabellón de Estado del Aeropuerto de Barajas donde sostuvieron un encuentro privado.

Al finalizar la reunió, Benedicto XVI abordó el Papamóvil y se dirigió a la Nunciatura Apostólica (Embajada Vaticana) en Madrid, escoltado por un fuerte operativo de seguridad.


Llega a Madrid

El Papa Benedicto XVI llegó hoy al aeropuerto de Madrid, para presidir el inicio de los trabajos de la XVI Jornada Mundial de la Juventud católica en el marco de su tercera visita a España.

El avión de la compañía Alitalia, que transportó al pontífice, aterrizó a las 11:40 horas locales (09:40 GMT) en el aeropuerto de Barajas-Madrid.

El Papa fue recibido en la pista de la terminal por el rey Juan Carlos I y su esposa, la reina Sofia, además del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y el líder del opositor Partido Popular, Mariano Rajoy.

Es la tercera visita de Benedicto XVI a España luego de sus giras en 2006 a Valencia y en 2010 a Santiago de Compostela y Barcelona, por lo que será su primera ocasión en Madrid.

El Papa llegó acompañado del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y de los cardenales españoles Antonio Cañizares, Eduardo Martínez Somalo y Julián Herranza.

La Jornada Mundial de la Juventud se realiza en Madrid del 16 al 21 de agosto, y a partir de este jueves el pontífice encabeza sus actividades entre las que se incluyen vigilias, misas, encuentros pastorales, con jóvenes, con universitarios y reuniones con autoridades políticas.

Según datos de la organización, más de un millón de personas de todo el mundo acuden a esta cita que tendrá como primera actividad del Papa su paso por la Puerta de Alcalá acompañado de jóvenes, donde plantará un árbol y recibirá las llaves de la ciudad.

En su papamóvil recorrerá un tramo de la calle Alcalá hasta llegar a la Plaza de Cibeles, donde participará de una vigilia Liturgia de la Palabra.

Para mañana viernes, el pontífice será recibido por el rey de España en el Palacio de la Zarzuela, y de allí se trasladará a la localidad de San Lorenzo de El Escorial (unos 50 kilómetros al noroeste de Madrid).

En el monasterio de ese lugar sostendrá un encuentro con jóvenes religiosas y posteriormente con jóvenes profesores universitarios.

De regreso en Madrid, Benedicto XVI comerá en la sede de la Nunciatura con 10 jóvenes de los cinco continentes más dos españoles como anfitriones, y posteriormente, recibirá en ese lugar a Rodríguez Zapatero.

Por la noche encabezará el vía crucis que comenzará en la Plaza de Colón por el paseo de Recoletos hacia la Plaza de Cibeles, en el que participarán 15 jóvenes de países donde han vivido sufrimientos diversos.

El sábado en la mañana, el Papa acudirá al Parque del Retiro a visitar una de las sedes de la Jornada Mundial de la Juventud y participará de la Fiesta del Perdón (200 confesionarios) al confesar a cuatro jóvenes.

De allí se trasladará a la Catedral de La Almudena para presidir una eucaristía junto a jóvenes que se preparan para el ministerio sacerdotal.

En la tarde, en la Fundación Instituto San José visitará a enfermos y discapacitados que son atendidos por la Orden Hospitalaria San Juan de Dios.

Por la noche acudirá al aeródromo de Cuatro Vientos, sur de Madrid, para encabezar la vigilia de adoración con exposición del santísimo.

El domingo por la mañana en el mismo lugar oficiará una misa para los miles de peregrinos, concelebraba por los cardenales, obispos y sacerdotes que asisten al evento y que concluirá con el rezo del Angelus y el anuncio de la próxima sede de la Jornada Mundial de la Juventud.

Por la tarde acudirá al recinto ferial Parque Juan Carlos I de Madrid, donde sostendrá un encuentro con miles de voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud y de allí se trasladará al aeropuerto de Barajas-Madrid.

El pontífice será despedido por los reyes de España, el presidente del gobierno, autoridades de la capital española, y peregrinos.