El niño, que no puede ser identificado por razones legales, sustrajo, el 8 de agosto, un cubo de basura valorado en 50 libras (unos 56,5 euros) de unos grandes almacenes de la localidad de Romford, al norte de Londres.
Durante dichos disturbios, un grupo de hombres rompió los escaparates de la tienda causando unos daños valorados en más de 6.000 libras (unos 6.700 euros), y un policía vio en ese momento al niño aprovechar la ocasión para hacerse con el basurero.
El juez, al leer la sentencia, aseguró que se trataba de un incidente muy grave y que si el condenado fuera un adulto habría ido a la cárcel. El niño se encontraba bajo supervisión de los servicios sociales debido a que cinco días antes sustrajo con un cuchillo la gomaespuma de los asientos de un autobús e intentó quemarlos.
Cerca de 1.500 personas, de las que el 22% son menores de 18 años, han sido procesadas por su implicación en la ola de violencia que sacudió del 6 al 9 de agosto varias ciudades inglesas.