Las nuevas cifras, basadas en la información oficial proporcionada hasta la noche de este martes por los gobiernos locales, revelan que las víctimas causadas por Talas suman 104, seis más a las que dejó el tifón Tokage en octubre de 2004, el más mortífero hasta ahora.
La mayoría de las víctimas fatales y desaparecidos se registran en las prefecturas de Nara y Wakayama, donde amplías zonas continúan incomunicadas, debido a las inundaciones que las lluvias torrenciales y fuertes vientos que trajo consigo Talas el sábado y domingo pasados.
Durante un recorrido por algunas de las zonas afectadas en la prefectura de Wakayama, el ministro de la Oficina de Administración de Desastres, Tatsuo Hirano, dijo que las labores de búsqueda continuarán hasta dar con la última de los desaparecidos.
Compromiso similar expresó Takeshi Maeda, ministro de Tierras, Infraestructura, Transportes y Turismo, quien en una visita a la ciudad de Gojo, en la Prefectura de Nara, dijo: “encontraremos a todos los desaparecidos”.
Hasta cerca de la media noche de este martes (tiempo de Japón) alrededor de dos mil 500 personas seguían afectadas por la suspensión del servicio de energía eléctrica que continúa en gran parte de Nara y Wakayama, así como el suministro de agua potable.
La Agencia Meteorológica de Japón advirtió de posibles inundaciones y deslizamientos de tierra por las lluvias remanente que dejó Talas y que afactarán el noroeste del país, incluidas la prefectura de Hokkaido.
Ante la alerta emitida por las autoridades meteorológicas, el gobierno de la localidad de Tenkawa, en Nara, ordenó a 15 miembros de ocho familias abandonar sus hogares, debido al peligro de un deslizamiento de tierra.
En tanto, equipos de rescate y voluntarios, se trasladaron en helicóptero a las regiones afectadas de Nara para suministrar alimentos, agua potable, pilas, medicamentos y material de curación a las miles de familias que tuvieron que ser desalojadas.
Ante la devastación del tifón Talas, la más severa el tsunami y terremoto de marzo pasado, el emperador Akihito y su esposa, la Emperatriz Michiko, enviaron este martes un mensaje de condolencia a los familiares de las víctimas y pidieron ayudar a los afectados.