El juicio se reanudó este miércoles en El Cairo después de haber sido suspendido por un día tras la pelea que se originó el lunes entre simpatizantes y opositores al líder. Fuera de la corte, los manifestantes se enfrentaron a la policía.
Mubarak, quien niega los cargos que se le imputan, está acusado de ordenar disparar a los civiles que participaron en las protesta de principio de año que ocasionaron su salida del poder.
Los enfrentamientos verbales estallaron en la sala de audiencias entre los abogados defensores de Mubarak y los que representan a las víctimas.
El juez Ahmed Refaat, según la televisión estatal, se negaba a entrar en la sala del tribunal a menos que los abogados de ambas partes guardaran silencio, luego de esta escaramuza el magistrado ordenó el inicio de la sesión.
Mubarak, de 83 años de edad, quien sufre depresión y problemas cardíacos, compareció en una camilla, al igual que en las anteriores sesiones, ante el tribunal que lo juzga por corrupción y asesinatos.
Al ex mandatario, sus dos hijos, Alaa y Gamal, el ex ministro del Interior Habib El-Adli y seis altos oficiales de la policía se les imputa haber dispuesto la matanza de unos 850 activistas durante las protestas que provocaron la caída del régimen de Mubarak en febrero.
Abogados que representan a las familias de las víctimas demandaron el testimonio del jefe de la Junta Militar que gobierna Egipto, mariscal de campo Mohammed Sayyed Tantawi, al ex jefe de inteligencia, Omar Suleiman, y a Suzanne Mubarak, la esposa del ex presidente.
Tantawi, ministro de Defensa, es también el jefe del Consejo Superior Militar que ha tomado el control en el país, mientras Suleiman, vinculado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, es nominalmente vicepresidente egipcio.
De los tres testigos que se presentaron en el juicio este miércoles, dos son miembros de las fuerzas de seguridad, los sargentos Mohamed Abdel-Hakeem y Abdel-Hameed Abu Yazeed, y el tercero es el ex oficial de la policía, el mayor Tarek Abdel-Moniem.