La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, afirmó hoy que en muchos países, especialmente en América Latina, “la violencia criminal supera a la causada por conflictos internos”.

Al inaugurar la decimoctava sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU), Pillay subrayó que la marginación y la exclusión se agravan por las actividades del crimen organizado.

Señaló que debido al clima de violencia e inseguridad que generan las organizaciones delictivas es “cada vez más difícil para los Estados proteger a sus poblaciones”.

Esto a su vez agrava la marginación y la intolerancia de grupos sociales que se ven como los causantes de la inseguridad, “pero es en estos grupos sociales en los que la violencia se cobra el mayor número de víctimas”, afirmó Pillay.

“Esta cuestión fue el motivo de mi visita a México en julio”, indicó Pillay ante el plenario.

Por su parte, el embajador permanente alterno de México ante organismos de la ONU, Ulises Canchola, dijo que su país “acogió con beneplácito la visita de la Alta Comisionada”.

Canchola apuntó que durante su estancia en México, la alta comisionada tuvo la oportunidad de ver de primera mano evidencias en el avance del país en áreas como Gobernanza, derechos humanos, Estado de Derecho y cooperación.

En cuanto a la Gobernanza el embajador mexicano se refirió al sistema de ombudsman que en la actualidad representa la red nacional de defensores y promotores de derechos humanos más extensa.

En el ámbito internacional “participamos activa y propositivamente en la fundación del Consejo de Derechos Humanos y en su construcción institucional”, destacó.

En lo que se refiere al Estado de Derecho, Canchola dijo que en los últimos años México ha incorporado a su marco legal y de políticas públicas temas fundamentales como la transparencia y el acceso a la información pública.

Además, ha fomentado la protección de datos personales, la participación de los representantes de la sociedad civil en la toma de decisiones y la rendición de cuentas.

Igualmente, el país “considera especialmente relevante el apoyo a los representantes y mecanismos internacionales en el campo de derechos humanos”.

“México está convencido de que el respeto de los derechos humanos y el bienestar de los ciudadanos van de la mano, por ello su respeto debe estar en el centro de cualquier política pública”, sostuvo el embajador Canchola.