Abbas llegó a Ramalá procedente de Amán, capital de Jordania, y desde el mismo momento que cruzó la frontera en el valle del Jordán, cerca de Jericó, los palestinos le brindaron su apoyo, le vitorearon y corearon su nombre a lo largo de todo el recorrido de veinte kilómetros.
Miles se concentraron también en la ciudad de Ramalá, capital de Cisjordania, en una bien orquestada ceremonia en la que no faltaron los honores ante la tumba de Yaser Arafat, a quien Abbas recordó repetidas veces durante su discurso del viernes en Naciones Unidas (ONU).
"La primavera palestina está en marcha hacia la creación de un Estado independiente con capital en Jerusalén", dijo el líder palestino al llegar, poco después de presentarse en la tumba del famoso "rais" (presidente).
"Nuestra campaña internacional ha comenzado. El viaje será largo y lleno de obstáculos, pero con la determinación de nuestro pueblo los superaremos todos", añadió entre los aplausos y gritos de la multitud.
Banderas palestinas y de la Campaña Un 194 engalanaban la mukata de Ramalá, epicentro de la actividad política palestina y en los últimos días convertida también en el epicentro de la aspiración a un Estado independiente.
"Hemos venido a expresarle nuestro apoyo, que se sepa que no está solo y que todos los palestinos le acompañábamos en este viaje a Nueva York para defender nuestros derechos", dijo un palestino que asistió a la bienvenida con su hijo pequeño.
Abbas no faltó a las expectativas y en su discurso ante los palestinos que le vitoreaban aseguró que la petición la ha presentado "en nombre de todos ellos".
"El mundo libre entero ha escuchado vuestra historia, ha conocido vuestras expectativas y vuestros deseos", declaró rodeado por otros dirigentes que estuvieron con él en Nueva York y por quienes se quedaron en Ramalá para respaldar la propuesta y mover a las masas.
En su habitual postura antiviolencia, Abbas volvió a resaltar este domingo ante todos que "queremos nuestros derechos por la vía pacífica, por la vía de la negociación", pero se encargó de transmitir a Israel que "no será cualquier tipo de negociación".
"No aceptaremos nunca una negociación sin legitimidad y sin la detención completa de la construcción en los asentamientos", afirmó.
El viernes, tras los discursos en la Asamblea General de Abbas y del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, el Cuarteto de Madrid propuso el reinicio de negociaciones de paz entre los israelíes y los palestinos para llegar a un acuerdo en el término de un año, y crear un Estado palestino en 2012.
La fórmula propuesta establece calendarios para ir concretando acuerdos según un orden preestablecido (fronteras y seguridad, en la primera fase), pero no habla de las condiciones que hasta ahora las partes ponían para acercarse a la mesa de diálogo.
Los periódicos en Israel informaron este domingo que el primer ministro, y su canciller, Avigdor Lieberman, se inclinan por aceptar la propuesta y que así lo recomendarán al grupo de ministros que se encarga de los asuntos de estado más urgentes.
Abbas, de su parte, señaló en el viaje de regreso que "no es bueno rechazar iniciativa sin estudiarlas", pero insistió en todo momento en que Israel acepte la frontera de 1967 como base de negociación y deje de construir en los asentamientos.
La decisión en última instancia recae sobre el organismo ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que será convocado en los próximos días para estudiar la propuesta del Cuarteto que forman Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU.
Hasta entonces, el líder palestino disfrutará de unos días de gloria que pocas veces ha visto en su carrera política, y que este día compartió con sus conciudadanos al instarles a "mantener alta la cabeza porque vosotros sois palestinos".
A la fiesta, que sigue a la que el viernes tuvo lugar en Ramalá durante el discurso en Nueva York, se sumaron miles de palestinos de toda Cisjordania, con autobuses entrando y saliendo de la ciudad desde Hebrón, Jenín, Tulkarem y otros lugares.
El nivel de optimismo entre los participantes era destacable, aunque todos también eran conscientes de las dificultades de que la petición de admisión sea aprobada en el Consejo de Seguridad por el veto de Estados Unidos.
En algunas pancartas podía leerse este domingo la acusación de "mentiroso" al presidente Barack Obama, por prometer a los palestinos un Estado y ahora vetar la decisión que debe posibilitarlo.
La recepción al presidente fue transmitida en directo por la televisión palestina.
Otros medios exhortaron a la población a concentrarse en la mukata para expresar "agradecimiento" al presidente, que estos días experimenta un incremento considerable en los índices de popularidad que le ayudarán a seguir adelante en un futuro proceso