La falta de institucionalidad y la desafección hacia la política son elementos que benefician a los populismos en América Latina, coincidieron hoy expertos en política exterior reunidos en la capital española.
Al participar en las jornadas “Democracia y defensa en América Latina”, celebradas este jueves por la representación en España de la Comisión Europea (CE) y otras instituciones, los expertos aclararon que los llamados “neopopulismos” no son propios de Latinoamérica.
El investigador del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, aseveró que una de las causas de esa falta de institucionalidad es “cuando se piensa que las normas están al servicio del gobierno, cuando se confunde gobierno con Estado”.
Explicó que todos los países con gobiernos populistas coinciden en esa falta de institucionalidad.
Agregó que ello se muestra en que en los países donde no se han vuelto a generar “los caudillismos” es porque tienen fuerte base institucional, independiente de si es un gobierno de izquierda o de derecha política.
Respecto de su base electoral, el académico expuso que son las mismas redes populares que en su pasado le daban triunfo a los gobiernos llamados “neoliberales” son utilizadas hoy por los populistas.
Malamud recordó que hay otros elementos, como la polarización y división social en propios y enemigos y el manejo de retórica y construcción de discurso nacionalista.
Además, el contacto directo de sus caudillos con su pueblo (sin intermediación de partidos políticos), y la vinculación familiar.
Para el diplomático y dirigente de la Plataforma Democrática de Venezolanos, William Cárdenas, las sociedades latinoamericanas han tenido una búsqueda constante “de líderes y mesías y no de ideas ni progreso”.
Consideró que en su país, con el presidente Hugo Chávez, se vive “un ensayo, en el que confluyen todos los experimentos de populismo que ha habido en América Latina”.
Citó como ejemplo de esa falta de institucionalización, las cartas que desde el Parlamento o del Ejército le envían al presidente Chávez y en ambos casos expresan su “sumisión”.
Advirtió que es peligroso el “proceso de dominación” que vive su país, impuesto por su propio gobierno, hacia la política y representantes cubanos.
Asimismo, refirió que los problemas de seguridad nacional y regional causados por las relaciones con organizaciones consideradas como terroristas en el ámbito internacional.
Cárdenas reconoció que será una labor muy difícil debido a las circunstancias políticas y sociales internas, pero que será el pueblo el que en algún momento encuentre la forma de cambiar su país, y que opinó que lo pase en Venezuela en las elecciones de 2012 incidirá en la región.
El periodista español experto en política internacional, Miguel Angel Bastenier, expuso a su vez que una gran parte de los medios de comunicación en países con gobiernos populistas sufren amenazas explícitas a su ejercicio.
Destacó los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, en un primer nivel, a los que les siguen Nicaragua y Argentina, pero que no se trata de censura previa, sino de consecuencia posteriores a muchas publicaciones.
Refirió que salvo el periodismo de las capitales, los diarios en provincia llevan malas gestiones empresariales y debido a lo mucho que deben llenar sus pocos reporteros se orienta el ejercicio al exceso de declaraciones oficiales y a veces de baja calidad.
“Algún tipo de refundación democrática, que abarque a la libertad de expresión, haría falta en América Latina”, señaló el periodista del diario El País.