Campelo indicó que el cumplimiento de la nueva meta permitiría sumar los 16.2 millones de personas a los 28 millones que salieron de la pobreza desde 2003, periodo en el cual, además, 40 millones de personas entraron en la clase media.
La funcionaria, que estuvo en Chile para participar en actividades de la oficina regional de la FAO, señaló que lograr que otros 16.2 millones de personas salgan de la extrema pobreza es el objetivo del programa “Brasil sin Miseria”, de la presidenta Dilma Rousseff.
“Brasil sin Miseria”, apuntó la ministra, es una continuidad de los programas de apoyo a los sectores más vulnerables, como Bolsa Familia, que entrega recursos condicionados al cumplimiento de metas en educación, salud y alimentación.
El programa Bolsa Familia, creado bajo el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, ha beneficiado a unos 13 millones de familias, unos 50 millones de personas. De esta cantidad, 56 por ciento corresponde a niños y jóvenes que estudian o deben estudiar, y del 44 por ciento restante, correspondiente a los adultos, un 72 por ciento trabaja.
Por eso dijo, “no estamos hablando de personas que no trabajan o que no quieren trabajar, sino que trabajan y mucho, pero no generan los ingresos necesarios”.
El objetivo es mejorar la calificación profesional, apoyo para mejorar sus negocios a costureras, zapateros, entre otros oficios, para emprender, para tener más oportunidades de progresar, señaló.
Se trata de “inclusión productiva para mejorar las condiciones laborales de estas personas que trabajan actualmente en malas condiciones”, explicó la ministra Campelo.
La filosofía que inspira todo este esfuerzo es no sólo un mero acto de justicia social, y que la inclusión y el crecimiento económico no son más consideradas como cuestiones contradictorias.