Representantes de asociaciones por la lucha contra la pedofilia solicitaron al Papa Benedicto XVI, a través de una carta, la apertura de los archivos pontificios sobre casos de abusos contra menores.
Francesco Zanardi y Alberto Sala, dirigentes de las organizaciones “El abuso” y “Pequeño Alan”, respectivamente, llegaron esta mañana hasta la Plaza de San Pedro con la carta, esperando ser recibidos por el pontífice, pero sólo pudieron acceder hasta el Portón de Bronce.
Acompañados por no más de cinco personas y un grupo de periodistas, se presentaron en el ingreso de la Sede Apostólica y sólo lograron entregar la misiva a los policías vaticanos.
El texto exigió que la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) sostenga el establecimiento de una comisión independiente compuesta por juristas, médicos, periodistas y hombres de ciencia que investiguen los crímenes sexuales contra menores de parte del clero.
Además solicitó la apertura de los archivos de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre casos de abuso y su entrega a las autoridades civiles.
“Los archivos que desde 2001 el cardenal Joseph Ratzinger ha ordenado mandar de todo el mundo a Roma deberían ser entregados a la magistratura para intervenir sobre estos casos y sobre las víctimas, que es nuestra principal preocupación”, dijo Zanardi.
En entrevista con Notimex, el activista de 41 años reveló haber sido abusado cuando tenía 10 por el sacerdote Nello Giraudo en una parroquia de Savona (norte de Italia), de la cual fue transferido a la localidad cercana de Spoturno, donde siguió atacando infantes.
Deploró que, pese a las numerosas denuncias, el obispo de esa época mandó al sacerdote a abrir una casa de acogida para niños con problemas donde cometió otros abusos.
A Zanardi le tomó 20 años superar el trauma. “Cuando denuncié me moría de vergüenza, me sentía culpable porque la desgracia de las víctimas es que se sienten ellas en culpa, se sienten sucias”, apuntó.
Actualmente Giraudo se encuentra expulsado del sacerdocio y enfrenta un proceso judicial. Mientras tanto su víctima decidió peregrinar de Savona a Roma con una playera estampada con la cara del excura y la frase “¡No dejar al alcance de los niños!”.
Se trató de un gesto simbólico, una caminata de 571 kilómetros que inició el 22 de septiembre pasado y concluyó la víspera con su ingreso en la capital italiana.
“Peregrinaje por la verdad. Basta silencio en la Iglesia, basta indiferencia”, es el título de esta manifestación y es la frase estampada en las mismas playeras, impresa sobre una imagen panorámica de la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“Que se apliquen las líneas guía de la Santa Sede que ordenan a los obispos de denunciar, exigen prevención, no pedimos mandar a nadie a la cárcel, pero si existe una duda razonable, es justo ir a fondo, es justo que si existe una duda sobre un sacerdote lo remueva momentáneamente y se busque la verdad”, pidió Zanardi.
“En 4 o 5 años nunca he recibido una respuesta ni de la Santa Sede ni de la Conferencia Episcopal Italiana. No queremos cerrar las puertas a un diálogo, pero es grave que el Papa no nos reciba, fue avisado con tiempo”, estableció.