Chile contará en la próxima década con el mayor telescopio óptico del mundo gracias al acuerdo firmado hoy por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (Eso).

El canciller chileno Alfredo Moreno y el director general de la Eso, Tim de Zeeuw, firmaron en esta capital el convenio que permitirá la instalación del telescopio en el Cerro Armazones, en la Región de Antofagasta, distante mil 360 kilómetros al norte de Santiago.

El Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), considerado el proyecto más ambicioso de la Eso en la actualidad, tendrá un espejo primario de 40 metros de diámetro y debería estar en operaciones a principios de la próxima década, informó el organismo internacional.

Entre los objetivos que tendrá el E-ELT se encuentra realizar un “seguimiento” a los planetas parecidos a la Tierra que giran alrededor de otras estrellas en las llamadas “zonas habitables” del universo, donde sería posible encontrar algún tipo de vida.

Moreno dijo en la ceremonia que Chile “concentra los cielos más limpios del planeta y, por lo mismo, alberga los más importantes centros de observación astronómica, es parte de nuestra riqueza y es también parte de nuestra contribución a la humanidad”.

El nuevo telescopio estará integrado al Observatorio Paranal, que comprende al Very Large Telescope (VLT), el Interferómetro del VLT y los Telescopios de Rastreo.

El convenio establece que Chile donará a la Eso un terreno de 189 kilómetros cuadrados en el Cerro Armazones para albergar al E-ELT, además de entregar en concesión por 50 años el área circundante de 362 kilómetros cuadrados.

Chile y la Eso iniciaron su cooperación científica y tecnológica con un acuerdo en 1963, año a partir del cual han colaborado en varios proyectos astronómicos y en la formación de científicos, ingenieros y técnicos.