Los reos concluyeron a la medianoche del jueves un ayuno de 18 días consecutivos en demanda de cambios en políticas disciplinarias del departamento y mejoras en alimentación.
La vocera del Departamento de Correccionales, Terry Thorton, informó que los internos comprendieron que los cambios al reglamento de las prisiones toman tiempo y son decisiones que no corresponden enteramente a las autoridades carcelarias.
La legislatura de California ya analiza posibles cambios a las leyes estatales y, en una investigación sin relación con el ayuno, en Los Angeles unos 30 celadores serán sancionados por maltrato a los reos.
Esta es la segunda huelga de presos en California, que demandan cancelar el castigo del encierro "solitario" y no sancionar a presos que sean víctimas de agresiones conjuntamente con los agresores.
Adicionalmente piden comida caliente y variada en las prisiones estatales.
Una Coalición en Solidaridad con los Presos en Huelga de Hambre, que conforman principalmente familiares y allegados de los reos, calculó que en el segundo ayuno, al que se sumaron presos de otros estados, participaron hasta 16 mil internos.
Los dos ayunos los han encabezado presos de la cárcel de Pelican Bay, en el norte de California.
Al concluir la segunda huelga de hambre, algunos de los participantes fueron llevados a la enfermería de la prisión de Corcoran, la estatal más cercana, para que fueran revisados y atendidos por los estragos de la falta de alimento.