Uno cada seis jóvenes alemanes fue víctima de violencia en los últimos doce meses, según el resultado de un estudio del Instituto alemán de Criminología de la Baja Sajonia, tras recientes episodios agresivos entre jóvenes en la capital alemana.

El 17.9 por ciento de los jóvenes entre 14 y 18 años de la capital alemana denunciaron que fueron víctimas de robos, presiones o bofetadas. A nivel federal fue el 16.8 por ciento.

En total, en todo el país, uno cada ocho jóvenes denunció haber sido víctima de verdaderas agresiones corporales.

Contrariamente de lo que se esperaba, según los Criminólogos del instituto que realizó el estudio, Berlín no registró un nivel significativamente mayor de violencia juvenil, con respecto al resto del país.

Hubo resultados positivos, y en particular nada especialmente crítico o negativo para afirmar, por ejemplo, que en Berlín está todo mal”, dijo el director del instituto, Christian Pfeiffer.

En toda Alemania el 21 por ciento de los jóvenes encuestados admitió haber sido violento en alguna ocasión. En Berlín el mismo dato fue del 19 por ciento.

En la capital fue mucho más alto el numero de jóvenes que denunciaron haber sido víctimas de hechos violentos en el transporte público. Más del 20 por ciento de los hechos violentos entre jóvenes de la capital fue en los medios de transporte como el metro, tranvías, autobuses y trenes.

En el intento de detectar las condiciones que determinan los brotes de violencia entre jóvenes en la vía pública, los responsables del instituto señalaron también los orígenes inmigrantes de los encuestados.

En particular entre hijos de inmigrantes procedentes de la ex Unión Soviética y desde Turquía se registraron niveles más altos de criminalidad que en el promedio de los demás entrevistados.

Justamente por este tipo de preguntas, hubo críticas en el curso de la realización del estudio por parte del Consejo de Migrantes de Berlín, acerca de la protección de los datos y de la formulación de las preguntas de la encuesta.

El estudio era muy esperado, en particular después de un episodio acontecido en los andenes del metro berlinés, donde dos chicos menores de edad casi mataron a golpes otro joven.

El video de la paliza, grabado por las cámaras ocultas, dio la vuelta al mundo y motivó especulaciones de expertos que denunciaron la creciente violencia en la capital alemana, comparando lo ocurrido con los recientes eventos de violencia juvenil en Londres.

Sin embargo, Pfeiffer defendió este míercoles el trabajo de la policía y de las escuelas en la capital, “Berlín se situó mucho mejor de lo que esperamos. Esto se debe en primer lugar a la prevención”, aseguró.

Como enseñanza procedente del estudio, Pfeiffer aconsejó, en general: aumentar la presencia de cámaras en el transporte público, reducir el numero de videojuegos violentos, más prevención en las escuelas y en las familias.

Se trató de la primera encuesta de este tipo que se llevó al cabo en todo el país de manera anónima, para investigar las condiciones que llegan a producir violencia entre los jóvenes.