El presidente Barack Obama promulgó hoy la ley mediante la cual Estados Unidos ratificó los tratados de libre comercio (TLC) firmados con Panamá, Colombia y Corea del Sur.

La ceremonia de firma se llevó a cabo en la Oficina Oval con la presencia de representantes de esos tres países y teniendo sólo como testigos públicos a camarógrafos de televisión y fotógrafos.

El bajo perfil contrastó con el plan original de la Casa Blanca, que había previsto una ceremonia en el Jardín de las Rosas, en la cual Obama ofrecería un discurso para destacar el histórico evento.

La logística fue cambiada de manera inesperada la tarde del jueves, en lo que pareció ser una maniobra destinada a evitar un mayor encono entre el movimiento sindical, opuesto a la ratificación de estos acuerdos.

El presidente de la Federación Americana del Trabajo (AFL-CIO), Richard Trumka, manifestó el malestar de su central por el empuje para la aprobación de esos acuerdos, opuestos por una mayoría de demócratas.

Este va a ser un tema importante cuando evaluemos quienes son nuestros amigos y quienes no lo son”, dijo Trumka la semana pasada a periodistas en vísperas de la votación  en el Congreso.

Trumka insistió, sin embargo, en anticipar si la aprobación de los tres tratados podría costarle a Obama el apoyo de su central en 2012, tras recordar que no es la primera vez que tienen diferencias con el mandatario.

El cambio de programa se limitó a la celebración por la promulgación al despacho del mandatario, que después de estampar su firma en la ley sobre los tratados, irrumpió en un aplauso junto al selecto grupo de invitados.

Entre los invitados figuraron la secretaria del Trabajo, Hilda Solís, el representante comercial, Ron Kirk, el recién ratificado secretario de Comercio, John Bryson, y algunos de los miembros del congreso que votaron a favor de la ratificación.

Obama también firmó la Ley de Extensión para la Asistencia de Ajuste Comercial, bajo la cual se prorrogó el Sistema de Preferencias Arancelarias y se autorizó el programa de Asistencia de Ajuste Comercial para proteger a trabajadores estadunidenses afectados por esos tratados.