El desempleo juvenil alcanza 14.4 por ciento en América Latina y el Caribe, lo que plantea desafíos en materia de política laboral para los gobiernos de la región, indicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La directora regional del organismo, Elizabeth Tinoco, externó que la escasez de puestos laborales para los jóvenes latinoamericanos y caribeños duplica la tasa de desocupación general y triplica a la de los adultos.
Dicha situación debería convocar a todos gobiernos, empresarios y trabajadores a la búsqueda de soluciones, con políticas audaces que sean respaldadas por el diálogo social.
En ese sentido consideró necesario aprovechar el inmenso potencial productivo de la generación más educada que se haya tenido y, al mismo tiempo, ofrecer oportunidades de entrar en la vía del trabajo decente a millones de personas que de otra manera se sentirán marginadas.
“Como hemos visto en los últimos meses la marginación conduce a la indignación e incluso repercute sobre la gobernabilidad de los países”, añadió.
Tinoco advirtió que los problemas de inserción en el mercado de trabajo que enfrentan los jóvenes son de carácter estructural y por lo tanto se requieren medidas especialmente diseñadas para enfrentarlas.
Esas estrategias serán mucho más efectivas si van respaldadas por el diálogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores, agregó la representante de la OIT.
Según el informe sobre Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil difundido este mes por la OIT en Ginebra, ese 14.4 por ciento de desempleo juvenil en la región es superior a la media mundial, de 12.7 por ciento.
En números absolutos esa tasa implica que aproximadamente siete millones de jóvenes de entre 15 y 24 años están desempleados en la región, es decir están buscando ocupación pero nada consiguen.
De acuerdo con estimaciones de la Oficina Regional, además, casi 20 millones de jóvenes en la región no estudian, ni trabajan, ni buscan empleo; “muchos de ellos marginados del mercado laboral por el desaliento que genera la falta de oportunidades”.
Además muchos de los empleos disponibles para los jóvenes son precarios, con bajos salarios, y 67 por ciento no cuentan con protección social.
“La incapacidad de encontrar un empleo estable causa un sentido de frustración y una generación sin esperanza de trabajo decente puede ser un problema para las familias, la economía y la sociedad en general”, expresó.
Durante la reunión de presidentes de Organizaciones Empresariales Iberoamericanas, que se celebra en Paraguay, Elizabeth Tinoco también se refirió a la importancia del diálogo social en el contexto actual del mercado de trabajo.