“He expresado mi preocupación sobre eso en el pasado y somos sensibles a las características que estos cárteles de las drogas han adoptado que ciertamente se asemejan a actividades terroristas”, respondió Clinton al presidente del Subcomité del Hemisferio Occidental, Connie Mack.
Clinton compareció ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes para hablar de Pakistán, pero recibió dos preguntas sobre temas hemisféricos relacionadas con Cuba y México.
Mack, quien mantiene que México requiere un plan contra-insurgente para derrotar a los cárteles del tráfico de drogas, recordó a Clinton que ella ha usado esa caracterización para describir a las organizaciones criminales que operan en territorio mexicano.
“Yo dije que tenían características de una insurgencia, pero soy muy sensible a los legítimos cuestionamientos del gobierno mexicano sobre si esas características son tales que deben ser definidas así”, contestó Clinton.
“Estamos conscientes de las preocupaciones del gobierno mexicano de que en su opinión no mezclemos manzanas con naranjas (...) y nos enfoquemos en la criminalidad y no en mezclarla con algo más”, abundó la jefa de la diplomacia estadunidense.
Antes, Mack pidió a Clinton confirmar si el Departamento de Estado había expedido una dispensa de exportación de armas a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) como parte de la operación "Rápido y Furioso" de tráfico ilegal de armas a México.
Clinton, quien recibió la víspera una carta formal de Mack sobre ese cuestionamiento, ofreció revisar la petición de información, pero dejó en claro que ella se enteró de "Rápido y Furioso" a través de la prensa.
El legislador republicano Mack señaló que la ley requiere que el Departamento de Estado expida una dispensa por escrito para la exportación de armas, en este caso a los cárteles de las drogas mexicanos.
“Si no hicieron eso (la ATF), y no lo hicieron, entonces están en violación de la ley”, señaló Mack.
La operación “Rápido y Furioso”, realizada por la oficina de la ATF en Arizona, permitió la entrada ilegal de más de dos mil armas a México. Actualmente es objeto de una investigación del Inspector General del Departamento de Justicia.