El gobierno francés desplegó un férreo dispositivo de 12 mil policías, militares y agentes antiterroristas para velar por la seguridad de los jefes de Estado y de gobierno del G-20 que inician mañana en Cannes su cumbre anual.
El corazón del balneario de la Costa Azul en el que cada primavera tiene lugar el festival de cine más glamoroso del mundo está desierto e irreconocible respecto a las fechas de celebración del certamen, en el mes de mayo, cuando Cannes es un hervidero de visitantes.
El célebre paseo de la Croissette y sus inmediaciones está vacío debido a que fue acordonado con vallas metálicas colocadas por granaderos del Cuerpo Republicano de Seguridad (CRS) y su acceso fue severamente restringido.
Los propietarios de una gran parte de negocios de la bahía de Cannes y sobre todo las tiendas de las calles comerciales adyacentes, como la calle de Antibes, decidieron cerrar los establecimientos en las dos zonas acotadas que suman varias hectáreas.
Las medidas adoptadas afectan asimismo a los habitantes del puerto que fueron obligados a registrarse y deben portar un gafete para poder circular al igual que sus vehículos por las dos zonas restringidas de la bahía, las más comerciales de Cannes.
Los organizadores de la cumbre obligaron además a retrasar el inicio de las clases luego del puente vacacional del día de Muertos en seis establecimientos escolares del centro del puerto, cuyos alumnos no retomarán las lecciones hasta el próximo lunes.
Los clientes de los hoteles de la zona reservada, incluidos los hoteles de lujo, tres de los cuales, el Majestic, el Carlton y el Martínez, se ubican en la bahía, fueron obligados a portar gafete para acceder a los establecimientos.
Las rigurosas medidas afectan también al espacio aéreo, que fue cerrado en forma parcial y sobre todo al puerto de Cannes, cuyo acceso fue clausurado, confirmaron fuentes del ministerio francés del Interior.
Los yates se encuentran amarrados a puerto y la playa se encuentra vacía. Los controles también fueron reforzados en el vecino Principado de Mónaco así como en los pasos fronterizos cercanos entre Francia e Italia, distantes a unas decenas de kilómetros.
El dispositivo, que engloba además de policías a militares e incluso a agentes especializados en intervenciones antiterroristas, se extiende por pequeñas carreteras secundarias que son vigiladas en extremo.
En la vecina localidad de Niza, a 40 kilómetros de Cannes, se encuentran acampados varios centenares de personas que han organizado un foro de protesta paralelo a la cumbre del G-20.
La víspera varios miles de los denominados en Francia “altermundialistas” se manifestaron pacíficamente por las calles de Niza, vigilados de cerca por dos mil quinientos agentes del orden.
Un grupo de cinco jóvenes españoles, presuntamente simpatizantes de grupos anarquistas radicales, fue detenido por portar piolets y máscaras de gas, entre otros objetos.
En la cumbre del G-20 de Cannes, que comienza oficialmente mañana y concluirá el viernes, participan más de seis mil personas, entre delegados y periodistas.
Entre los jefes de Estado asistentes figuran el presidente de México, Felipe Calderón, y el de Estados Unidos, Barack Obama.