Pinheiro, en entrevista, alertó que la violencia ha afectado a “tres millones de personas” y subrayó que ya sean opositores o leales al gobierno, lo que viven los sirios “es un horror porque lo que están viviendo es casi una situación de guerra, de enfrentamiento”.
“Se está agravando la situación”, sostuvo el experto quien advirtió que “lo peor” que podría ocurrir en Siria es un conflicto armado.
En el informe presentado el lunes pasado en Ginebra “nosotros no fuimos capaces de decir que hay una guerra civil en Siria, pero hay encuentros armados entre las fuerzas del gobierno y el llamado Ejército Libre Sirio que nosotros no sabemos cuántos son”.
Observó que los números que se manejan le parecen “un poco exagerados" y que en realidad “no se sabe cuántos son”, sin embargo, “están actuando en varios lugares y están armados”.
Pinheiro valoró que “la situación en Siria es la crisis principal en el mundo, por su capacidad de tener consecuencias en la región” y reconoció estar “muy impactado” por el enorme sufrimiento del pueblo sirio debido a la represión violenta ejercida desde marzo.
Este día el Consejo de Derechos Humanos de la ONU confirmó que el próximo viernes habrá una sesión urgente para analizar la situación en Siria y Pinheiro dijo al respecto que debido a que “la supervivencia se torna muy difícil, yo espero que el Consejo de Derechos Humanos se movilice”.
Como decimos en Brasil “la pelota está en la cancha de la comunidad internacional”, dijo el experto.
“La comunidad internacional debe tener una respuesta de emergencia profesional, este conflicto corre de marzo hasta noviembre (...) basta de palabras, se necesita acción”, urgió el presidente de la Comisión de Investigación.
“Lo que espero es que el Consejo (de Derechos Humanos) responda a las necesidades que mostramos en el informe”, subrayó.
Organizaciones defensoras de derechos humanos esperan que tras el reporte y en contraste con resoluciones anteriores, el Consejo de Derechos Humanos tendrá una postura más fuerte sobre las violaciones del régimen de Bashar al Assad y adopten en consecuencia un texto más contundente.
Ahora la comunidad internacional “no puede negar que no sabe lo que está ocurriendo y creemos que fuimos capaces de dar un buen cuerpo de pruebas de los terribles sufrimientos de la población”, agregó Pinheiro.
En este sentido Pinheiro afirmó que la Comisión apoya “con entusiasmo” la propuesta de la Liga Árabe de enviar observadores internacionales de derechos humanos, lo que “en otras ocasiones ha funcionado porque su presencia puede disuadir a las partes de recurrir a la violencia”.
Por otra parte, con respecto a la terrible situación que el informe describe Pinheiro reconoció que una de las cuestiones que más le impresionó fue “la violencia sexual contra hombres”, especialmente contra niños y adolescentes.
Sumado a ésto, le impactó profundamente el hecho de que las fuerzas sirias secuestraran a toda una familia cuando iban tras un militante y no lo encontraban.
“Tener a toda la familia secuestrada cuando no se encuentra al militante, eso es terrible e inaceptable, pues es responsabilizar a la madre, al abuelo o a los hijos, es una vergüenza”, deploró.
Se han cometido ejecuciones, tortura, trato cruel y degradante, desapariciones, violencia sexual “esos son crímenes contra la humanidad, hay que decirlo por su nombre”, enfatizó Pinheiro.
Respecto a posibles declaraciones de funcionarios sirios en el sentido de que el informe ataca su soberanía, Pinheiro argumentó que “la soberanía no se puede utilizar como escudo contra violaciones de derechos humanos”.
“La soberanía para derechos humanos no existe”, lanzó Pinheiro, en especial después de la Conferencia Mundial de Viena de 1993 a partir de la cual todos los países tienen el derecho y la responsabilidad de preguntar qué pasa en otro estado.
Entre otras cosas la Conferencia de Viena señala que “la comunidad internacional debe apoyar el fortalecimiento y la promoción de la democracia, el desarrollo y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en el mundo entero”.
Por lo tanto, si el gobierno de Damasco quiere presentar su versión “que nos permita entrevistar a los comandantes, a los militares heridos, a las familias de los soldados muertos, quiero saber ¿en dónde murieron, en qué circunstancias y quiénes son?”, dijo Pinheiro.
De esta forma el experto de la ONU aludió a las repetidas ocasiones en que la Comisión ha solicitado la entrada al país y le ha sido denegada.
Pinheiro añadió que en el informe “no dimos la descripción completa de lo que pasa en Siria, es sólo una mirada honesta, veraz, pero limitada”,
Destacó que se desconoce lo que sucede exactamente en todas esas escuelas y otros lugares convertidos en prisiones a los que tampoco ha tenido acceso la Cruz Roja.
“La realidad es mucho más grave de los que describe el informe”, concluyó el reconocido experto de la ONU en derechos humanos.