China ejecuta a cuatro mil personas al año, lo que lo sitúa como el país que más recurre a la pena capital en el mundo, pese a bajar un 50 por ciento el número de ejecutados desde 2007, informó hoy la fundación defensora de derechos humanos Dui Hua.

Pese a que el número oficial de ejecutados es secreto de Estado en China, Dui Hua estima que la cifra de penas capitales aplicadas anualmente por el gigante asiático asciende a cuatro mil, una cifra  por encima del total de ejecutados en el resto del mundo (527 en 2010).

Sin embargo, la cifra de ejecutados cayó un 50 por ciento desde que en 2007 el Tribunal Supremo chino recuperara las potestades para revisar en última instancia la aplicación de la pena capital.

Pekín también aprobó este año una reforma que reduce los delitos por los cuales se puede aplicar la pena capital, como la evasión fiscal, y prohíbe la aplicación de la pena máxima para los condenados de más de 75 años de edad.