Las condiciones psíquicas de Asia Bibi, la cristiana paquistaní que desde junio del año pasado permanece encarcelada a la espera de ser ejecutada por presunta blasfemia contra Mahoma, se deterioran “a ojos vista”, según informa Radio Vaticano, citando testimonios de una Ong que acaba de visitar a la mujer en prisión. Las promesas de indulto del presidente paquistaní, Zardari, y la presión ejercida tanto por el gobierno norteamericano como por el Vaticano, no han surtido hasta ahora ningún efecto.
“Durante los primeros minutos de nuestra entrevista, Asia Bibi (de 46 años, madre de varios hijos y condenada a la horca) no sabía si éramos amigos o enemigos”, dijo a Radio Vaticano la Ong “Masihi Foundation”. “Sus pensamientos van a la deriva, sólo pide a los cristianos de todo el mundo que recen por ella”. Asia Bibi “nos dijo que perdona a los que la han acusado falsamente de blasfemar contra el islam, y que muchos cristianos en Pakistán sufren lo mismo”.
Dos altas personalidades del gobierno paquistaní han sido asesinadas desde la detención de Asia Bibi por hacer campaña pública en favor de su liberación. Los islamistas han amenazado al gobierno del presidente Zardari con manifestaciones violentas en todo Pakistán si la cristiana no es ejecutada, tal como establece la ley islámica.