Una nota del Consejo de Estado publicada por esa web indica que la medida responde a "la política establecida" y las "numerosas solicitudes de familiares y diversas instituciones religiosas".
"No se incluyen en este beneficio, salvo contadas excepciones, sancionados por delitos de espionaje, terrorismo, asesinato, homicidio, tráfico de drogas, pederastia con violencia, robo con fuerza en vivienda habitada, violación y corrupción de menores", precisa el comunicado. Asimismo, señala que serán puestos en libertad "algunos condenados por delitos contra la Seguridad del Estado" y en todos los casos los indultados "han cumplido una parte importante de la pena en prisión y mostrado un buen comportamiento".
El Gobierno cubano afirma que se trata de "un gesto humanitario y soberano" según "las características de los hechos cometidos, la buena conducta mantenida en prisión, la edad y las enfermedades que padecen, así como el tiempo extinguido de sus condenas".
Agrega que en la lista destacan personas con más de 60 años, enfermos, mujeres y jóvenes "sin antecedentes penales previos, que obtuvieron un oficio y elevaron su nivel cultural y posibilidades de reinserción social".
La medida, que se implementará en "los próximos días", constituye el mayor indulto realizado por el Gobierno desde 1998, cuando fueron liberados más de 200 presos a raíz de la visita del Papa Juan Pablo II a la isla.
En abril de 2008 Castro anunció la conmutación de la pena de muerte de varios presos comunes que fue sustituida por penas de cadena perpetua o de 30 años, en consonancia con una política aplicada desde 2000 e interrumpida en 2003, cuando se ejecutó a tres secuestradores.
Entre julio de 2010 y principios de este año el régimen cubano abrió un proceso de excarcelaciones de presos políticos que contó con la mediación de la Iglesia Católica de la isla y el Gobierno de España, y supuso la liberación de 126 personas.