En un comunicado, Ban sostuvo que ningún objetivo puede justificar el uso de la violencia, por lo que condenó enérgicamente los ataques a las iglesias católicas en diversas ciudades del país africano.
Los ataques, que dejaron además varias decenas de heridos en cinco iglesias de Nigeria, fueron atribuidos al grupo musulmán fundamentalista Boko Haram, vinculado con la organización terrorista de Al Qaeda.
Los ataques de la víspera sucedieron luego de que el mes pasado al menos 65 personas perdieran la vida cuando grupos musulmanes extremistas atacaran las ciudades de Damaturu y Potiskum.