El negocio de la cocaína está migrando a países como Perú, Venezuela, Ecuador y Bolivia, donde los líderes populistas son ambivalentes o abiertamente hostiles a cooperar con Estados Unidos, reportó hoy The Wall Street Journal.
El diario indicó que medidas como las tomadas en Bolivia, donde la policía antidrogas fue expulsada de la zona donde se cultiva la hoja de coca, materia prima de la cocaína, dificultan la campaña de Estados Unidos para combatir el narcotráfico.