El Papa Benedicto XVI expresó su “honda pena” por las casi 400 víctimas que dejó el incendio en una cárcel de Honduras y transmitió su “sentido pésame” a los familiares de los muertos.
En un telegrama difundido este viernes por la Radio Vaticana y enviado al obispo de Comayagua, Roberto Camilleri, el líder católico invocó la protección de Nuestra Señora de Suyapa (virgen hondureña), “como signo de consuelo y esperanza en estos momentos de tristeza”.
“Tras conocerse la dolorosa noticia del grave incendio ocurrido en la granja penal de Comayagua, el Papa hondamente apenado eleva fervientes sufragios al todopoderoso por el eterno descanso de los difuntos”, indicó.
Ratzinger pidió a Camilleri que “transmita su sentido pésame a los familiares de los fallecidos, junto con las expresiones de su cercanía espiritual, y el vivo deseo de un pronto y total restablecimiento de los heridos en el lamentable percance”, agregó el comunicado.
Por su parte el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró que el incendio “desafía hasta el fondo la propia capacidad de compasión”, además de ser un acontecimiento “desgarrador” y “un dolor al corazón”.
Recordó otras tragedias similares registradas en los últimos años en Chile, Argelia, República Dominicana, Brasil, Arabia Saudita, Marruecos, El Salvador, Túnez, Argentina y México. También defendió la dignidad de los encarcelados.
“El hecho de que algunas personas hayan cometido un error no las priva de toda dignidad, no justifica que sean embrutecidas en un clima de violencia que no sólo las degrada a ellas sino que muchas veces también a quien se debe ocupar y hace prácticamente imposible cualquier recuperación en la vida social”, indicó.
“Los muertos desfigurados de Comayagua en realidad tienen para cada uno de nosotros el rostro de Cristo”, apuntó.