Tras 33 años al frente de Yemen, Ali Abdullah Saleh entregó hoy oficialmente el poder a su sucesor, Abdo Rabu Mansur Hadi, en una ceremonia marcada por críticas de opositores que exigen enjuiciarlo y versiones de que se exiliará en Etiopía.
Durante una ceremonia en el Palacio Presidencial en Saná, Saleh entregó a Hadi una bandera yemenita como símbolo de la transferencia de poder, conforme a un acuerdo que firmó a cambio de inmunidad judicial, según la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
“Entrego la libertad, la seguridad, el pueblo y el país a unas manos seguras”, dijo Saleh, de 69 años, en su discurso en el que se comprometió a apoyar al nuevo presidente en su misión, que calificó de “inmensa”.
Saleh, que puso fin a más de tres décadas en el poder tras un año de protestas populares en el país, expresó su tristeza por los sufrimientos “innecesarios” de los yemenitas en los últimos meses.
El nuevo presidente yemenita, por su parte, manifestó su compromiso con la aplicación del plan de transición del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que permitió el traspaso pacífico del poder en Yemen.
La iniciativa del CCG -integrado por Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Omán- establece que el nuevo jefe de Estado presida el país por un periodo de dos años, durante el cual se deberá modificar la Constitución y celebrar elecciones generales.
“Espero cumplir con todos los artículos de la iniciativa del Golfo y que nos reunamos después de dos años en esta sala para recibir al nuevo presidente”, afirmó Hadi, quien ocupaba la vicepresidencia del país desde 1994.
Aunque reconoció que el poder es una responsabilidad grande, Hadi aseguró que la va a asumir porque es el pueblo quien se la ha dado e insistió en recuperar la seguridad y la estabilidad de Yemen.
“La seguridad y la estabilidad son la base del desarrollo. La crisis que ha atravesado Yemen y que aún atraviesa es complicada y difícil, por lo que necesita la cooperación de todos los integrantes del gobierno de unidad nacional durante los próximos dos años”, indicó.
Al acto de investidura de Hadi, que duró media hora, acudió el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, así como embajadores de países europeos y de la región.
Hadi juró el cargo ante el Parlamento el sábado pasado, después de ganar con 99.8 por ciento de los votos los comicios presidenciales del pasado 21 de febrero, a los que concurrió como único candidato.
La principal plataforma opositora del país, el Encuentro Compartido, consideró la ceremonia de este lunes como “provocadora e irritante” porque el traspaso del poder es del pueblo al nuevo presidente y no de Saleh a Hadi.