“Mantengo a estas muchachas porque sus vidas han sido arruinadas por este proceso”, declaró el ex primer ministro a los medios durante una pausa del juicio, celebrado ante el Tribunal de Milán.
Dijo que las mujeres (más de 30) involucradas en el caso de presunta prostitución en sus fiestas, han perdido el empleo “y no encontrarán nunca un novio”, además de que los padres de algunas de ellas han debido cerrar sus negocios a causa del escándalo.
“El único error que cometieron fue haber aceptado mi invitación a cenar”, insistió.
Cuestionado sobre los “shows” en lo que –según testigos- algunas de sus huéspedes se disfrazaban de monjas y luego se desnudaban, aseguró que se trataba solamente de “competencias de burlesque” celebradas en una atmósfera de “alegría, serenidad y simpatía”.
Berlusconi es acusado de concusión (abuso de poder) porque en mayo de 2010 presionó a la policía de Milán para que liberara a la marroquí Karima El Mahroug, alias Ruby, una asidua asistente a sus fiestas que había sido arrestada por robo.
Il Cavaliere es también imputado de prostitución de menor, porque presuntamente habría pagado a Ruby a cambio de sexo cuando ella aún no cumplía 18 años de edad.
Interrogado este viernes por los periodistas sobre su relación con la marroquí, el ex primer ministro afirmó que la chica “me daba lástima, me contó sobre su vida dramática y me dijo que había sido echada de su casa porque se había convertido al catolicismo”.
“Se había construido una vida fantasiosa, pues se avergonzaba de la realidad. Decidimos ayudarla para evitar que se prostituyera, aunque ahora ha encontrado una persona decente con la que se ha casado”, señaló.
Dijo haber asistido a la audiencia de este viernes para poder ver “esta comedia, que es una gran operación mediática de difamación”. También calificó como “un escándalo” que se usara dinero público para “este inútil proceso”.
Por primera vez desde que hace un año inició el juicio en su contra, Berlusconi se presentó sorpresivamente ante los magistrados en un clima de gran expectación.
También comparecieron funcionarios de la policía que en mayo de 2010 fueron presionados por el entonces primer ministro para que liberaran a Ruby.
En particular el jefe de gabinete de la jefatura de la policía de Milán, Pietro Ostuni, confirmó que Berlusconi lo llamó para pedirle la liberación de la marroquí bajo el argumento de que era pariente del entonces presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Ostuni reconoció que sabía que la chica no tenía ninguna parentela con Mubarak, pues se lo refirió su subordinada, Giorgio Iafrate, también interrogada hoy por los fiscales.
La funcionaria confirmó haber preguntado directamente a la marroquí si era verdad que era una familiar del ex mandatario egipcio, lo que la chica negó.
“Hablé con la muchacha y me dijo que no era pariente de Mubarak. Me dijo que a veces se hacía pasar como pariente de Mubarak, pero que en realidad no lo era”, declaró Iafrate al fiscal Antonio Sangermano.
Pese a ello la marroquí fue liberada y entregada a una enviada de Berlusconi, la consejera regional de su partido, Nicole Minetti, imputada en un proceso paralelo de inducción a la prostitución por reclutar mujeres para las fiestas de Il Cavaliere.
Ostuni, interrogado por la fiscal Ilda Boccassini (acérrima enemiga de Berlusconi), no supo explicar porque fue liberada Ruby, pese a que la magistrada encargada del reparto de menores de edad había ordenado que la chica fuera enviada a una comunidad especial o retenida en la comisaría.