Fabio Borsatti se inscribió en las elecciones a último momento y por pedido del intendente anterior. Sin embargo, el 58% de los habitantes de Cimolais lo eligieron. "No quería serlo", reconoció.
La insólita historia se produjo en Cimolais, un pequeño pueblo de montaña de la región Friuli-Venecia Julia, en el norte de Italia, donde sus habitantes coronaron a un alcalde por accidente: Fabio Borsatti.
El hombre se inscribió en las elecciones a último momento y por pedido del alcalde Gino Bertolo, quien hasta ese momento era el único candidato y temía que esa situación desmotivara a los votantes.
"Me encuentro siendo un alcalde que no quería ser. Yo quería que Gino ganara, incluso mis familiares votaron por él. Mi hija, mi hermana, mi padre y mi madre, todos lo votaron", afirmó un incrédulo Borsatti.
No sólo no quería ser intendente, sino que tampoco lo supo hasta que los vecinos comenzaron a llamarlo por teléfono para felicitarlo, mientras él miraba un partido de fútbol.
En la votación, Borsatti obtuvo 160 votos contra 117 de su amigo Bertolo, quien dijo que "no le molesta" lo que sucedió y que fue "algo inusual, pero no es para bromear".
El alcalde por accidente dijo que no piensa renunciar a su nuevo cargo y, pese a que no contaba con una plataforma política, se centrará en la promoción del turismo en la zona.