La cápsula Dragon se acopló ayer a la Estación Espacial Internacional (EEI), a casi 390 kilómetros de la Tierra, en la primera misión de un vehículo diseñado, fabricado, lanzado y operada por una empresa privada para el abastecimiento del puesto orbital.

La agencia espacial NASA confirmó que a las 10:02 GMT, y cuando ambos vehículos viajaban a 27,700 kilómetros por hora, el brazo robótico de la EEI aproximó a Dragon a la compuerta del módulo Harmony y completó la sujeción.

El brazo robótico, de fabricación canadiense y de unos 17 metros de largo, había capturado a la cápsula no tripulada Dragon a las 13.56 GMT, cuando ambos sobrevolaban el noreste de Australia hacia el océano Pacífico, y habían transcurrido 3 días, 6 horas, 11 minutos y 23 segundos desde el lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida (EU).

La aproximación final del Dragon a la EEI había comenzado cuando ambos vehículos ingresaron en la noche hacia el sureste de Sudáfrica, y la sujeción exitosa causó aplausos y una ovación en la sala de control de misión de la empresa Space Exploration Technologies (SpaceX), en California.

El astronauta Andre Kuipers, de la Agencia Espacial Europea, y su colega Don Pettit, de la NASA, operaron el brazo robótico que llevó al Dragon hasta la cúpula de Harmony, y el astronauta Joe Acaba, ubicado en el laboratorio Destiny, se encargó de la maniobra final de acoplamiento operando un computador portátil.

“Estamos orgullosos de ser parte de este momento histórico”, dijo en una teleconferencia de prensa Mike Suffredini, director de la misión EEI, en el Centro Espacial Johnson, en Houston (Texas, EU).

Elon Musk, el fundador y presidente de Space Exploration Technologies (SpaceX), la empresa privada que fabricó y lanzó la cápsula espacial, dijo que no tenía palabras para expresar sus emociones.