En medio de una multitud de habitantes de San Isidro, Caquetá, el periodista francés Romeo Langlois recuperó la libertad, gracias al apoyo del CICR y la exsenadora Piedad Córdoba, quienes actuaron como intermediarios ante las Farc.

Las primeras imágenes de Langlois en libertad fueron transmitidas por Telesur, que mostraron la llegada de Langlois junto a la Comisión Humanitaria. El periodista francés demoró 32 días secuestrado en poder de las Farc. Hoy, los habitantes de San Isidro le tienen preparado un agasajo con motivo de su liberación.

"Hay que seguir cubriendo el conflicto en Colombia", indicó Langlois en momentos de su liberación.

Chauvin, un funcionario del Ministerio francés de Asuntos Exteriores y miembro de la Comisión, había expresado horas antes de su liberación que "el único deseo del Gobierno francés es que Langlois pueda reunirse lo antes posible con sus familiares y empezar de nuevo su labor periodística".

La misión humanitaria llegó a este lugar tras unas cinco horas de viaje desde Florencia, capital del departamento de Caquetá.

Una vez allí, la exsenadora Córdoba dijo también a Telesur que "es sumamente importante la operación humanitaria porque va allanando espacios y caminos hacia una negociación política".

También señaló que es "significativo porque demuestra que hay un conflicto y que se dan situaciones como la de Langlois".

Córdoba hizo mención a los habitantes de esa aldea, a los que calificó de "héroes y heroínas", porque viven "situaciones muy complejas, en zonas de acceso muy difíciles donde la gente esta extrañada, confinada en regiones muy bonitas, pero muy castigadas".

Roméo Langlois fue capturado por las FARC el pasado 28 de abril cuando acompañaba en esa región a militares y policías que se disponían a realizar un operativo antidrogas y fueron sorprendidos por una ofensiva guerrilla que dejó varios muertos.

El pasado domingo, las FARC anunciaron que hoy, miércoles, entregarían al corresponsal de France 24 y Le Figaro a la misión conformada por los integrantes que ahora están en ese remoto lugar de Caquetá, cuyo nombre se mantiene en secreto por razones de seguridad.

En la zona están suspendidas las operaciones militares para facilitar la entrega.