La obra del periodista Marek Lasota, el volumen de 283 páginas editado por la casa Interciencias, incluye amplios extractos de los reportes redactados por informadores de la inteligencia polaca encargados de espiar al pontífice.
Según el texto, el régimen polaco fue inicialmente engañado por los modos no beligerantes del joven purpurado con las autoridades comunistas, pero con el tiempo el verdadero pensamiento de Wojtyla respecto a la política de su país quedó claro.
Cuando fue elegido Papa algunos exponentes del régimen en Varsovia pensaron que el beato sería menos peligroso en Roma como Papa que en Cracovia como arzobispo primado.
El libro da a conocer cómo los servicios secretos mantuvieron especial atención en el ambiente polaco de la capital italiana, con sucesivos intentos por infiltrarlo y crear un red de agentes capaces de influir las opiniones del equipo cercano del Papa o del mismo líder católico.
Precisa que fueron objeto de “operaciones especiales” el secretario privado de Wojtyla, Stanislaw Dziwisz, así como el sacerdote Adam Boniecki, jefe de la edición polaca del diario vaticano L’Osservatore Romano.
El contenido del libro está certificado porque el autor es jefe de la sección para las Oficinas de Instrucción Pública del Instituto Nacional de la Memoria.
Se trata del organismo que concentra y tiene el mandato oficial de divulgar los archivos originales de la Bezpieka, la policía secreta de la Polonia comunista.