Feng Jianmei, de 23 años, fue detenida el 30 de mayo en la provincia rural de Shaanxi y obligada a someterse a un aborto en el séptimo mes de embarazo debido a que no podía pagar los 40.000 yuanes (US$ 6.320) de multa exigidos por funcionarios.
La pareja se casó en 2006 y un año después tuvo a su primera y única hija. La estricta ley de planificación familiar que rige en China limita a los matrimonios a tener un sólo hijo, por lo que no tienen derecho a tener un segundo descendiente.
Deng Jiyuan, de 29 años, relató a CNN que intentó hasta el último momento lograr que su hijo naciera pero que no contaba con el dinero para pagar la multa. "Estoy enojado y queremos justicia", dijo el esposo de la víctima. "La obligaron a abortar a nuestro hijo de siete meses de gestación", puntualizó.
El hombre contó a The Global Times que cinco personas entraron a su vivienda a la fuerza y le inyectaron un somnífero a su esposa antes de llevarla detenida al hospital donde estuvo tres días con los ojos vendados hasta que "autorizó" el aborto.
En un principio las autoridades locales dijeron que la operación había sido voluntaria, pero más tarde reconocieron que el aborto forzado fue ilegal. "La acción rompió las políticas establecidas por las autoridades de planificación de la familia", afirmaron desde la Comisión de Población y Planificación Familiar de Shaanxi. "Hemos exigido al gobierno local que investigue el caso y castigue a los responsables".
La imagen tomada después del aborto, que muestra a la mujer junto a su bebé fallecido en la cama de hospital, circula en la web y ha provocado un debate público sobre una de las políticas más controversiales de ese país. En Sina Weibo, el "Twitter" chino, el caso fue Trending Topic, con casi un millón de mensajes. La mayoría de los usuarios condenaron la medida, según reporta CNN en su edición digital.
"Ningún gobierno legítimo puede cometer este tipo de actos", dijo Reggie Littlejohn, presidente de la organización Derechos de la Mujer Sin Fronteras, un grupo con sede en California que tiene como objetivo detener los abortos forzados en China. "Hacemos un llamado al gobierno de los EEUU y a los líderes del mundo para que condenen enérgicamente la planificación familiar coercitiva en China".
El gobierno introdujo la política a finales de la década de 1970 para frenar el crecimiento de la población en el país más habitado del mundo. Desde ese momento, millones de mujeres se han visto obligadas a poner fin a sus embarazos.
De acuerdo con CNN, el número de abortos bajo la "planificación familiar" alcanzó su punto máximo en 1983 con 14,37 millones de procedimientos realizados, según el Ministerio de Salud. Desde el año 2000, los abortos sumaban alrededor de siete millones al año, con un pico en 2008 a 9,17 millones de casos.