El expresidente egipcio Hosni Mubarak, de 84 años, condenado a prisión perpetua por la represión a las movilizaciones populares del año pasado, fue declarado con “muerte clínica”, informó la agencia egipcia de noticias Mena.
El derrocado expresidente, condenado desde hace casi dos semanas a prisión perpetua, había sido víctima de un ataque cerebral, según indicó este martes la televisión estatal, y había tenido que a una desfibrilación cardiaca, de acuerdo con Mena.
"El corazón del ex presidente Hosni Mubarak (...) se detuvo y recibió cuidados médicos utilizando un desfibrilador", indicó la agencia, que había precisado que "el estado de salud de Mubarak entró en una fase grave".
Mubarak, de 84 años, estaba detenido en un ala médica de la prisión de Tora, en el sur de El Cairo, desde que fue condenado a cadena perpetua el 2 de junio pasado.
Fuentes de seguridad daban cuenta desde esa fecha que el exmandatario padecía de depresión aguda, dificultades respiratorias e hipertensión.
Su familia pidió que fuera trasladado a detención en un hospital, pero las autoridades habían descartado esa posibilidad.
El ex jefe de Estado fue condenado a cadena perpetua por la represión a las revueltas contra su régimen registradas a principios del año 2011, que dejó unos 850 muertos, poco antes de poner fin a unas tres décadas de gobierno.