Según las autoridades de Nueva Zelanda, en los últimos 18 meses más de 40 postes han sido doblados, deformados o rotos en un área del sur de Auckland, los cuales se emplearon para el uso y disfrute de las prostitutas callejeras y sus clientes habituales.
“Ellas utilizan estas señales de tráfico de la calle como elementos de baile”, afirmó Donna Lee, miembro de la Junta Local del Ayuntamiento.
El asunto salió a la luz cuando funcionarios de la comunidad publicaron un folleto que detallaba las frustraciones de los residentes y negocios que luchan para hacer frente a la industria del sexo desenfrenado en su portales.
Al parecer, dichas chicas utilizan estas barras para atraer a los clientes y ejecutar rutinas de pole dance como una manera de diferenciarse de sus demás compañeras y así captar más la atención.