En un artículo de opinión publicado este viernes en el diario El País, consideró que la actual es una “crisis existencial” para la UE, diferente a anteriores que se resolvían por sí mismas, pero que salvar al euro beneficia incluso a Alemania.
Consideró que en este momento se aprecia una Alemania reacia a ceder ante lo que se le pide para ayudar a los países con problemas financieros, y unas economías reacias a las reformas estructurales que corrijan sus desequilibrios.
Por ello, expuso que Alemania también tiene un “dilema crucial” porque por un lado sería un desastre político y económico la destrucción del proyecto del euro, pero por otro es difícil que se le pida que financie algunos de los rescates.
Además, sostuvo que “la política europea está atrapada” entre quienes ofrecen recortes y reformas dolorosas, y quienes plantean programas de estímulo económico, ya que es evidente que sin crecimiento no se puede solventar el crecimiento.
Destacó que las actuaciones del Banco Central Europeo (BCE) son importantes para ganar tiempo, y positivo que se haya acordado dar ayuda a los bancos españoles, pero “el problema es que se va dos meses atrás”.
Blair pidió “un Gran Pacto” de Europa, tomar todas las decisiones necesarias con el fin de dar una base sólida al euro, con el que Alemania acepte alguna forma de mutualización de la deuda y a la vez se pongan en práctica los estímulos fiscales.
“Las naciones endeudadas deben aceptar las reformas y atenerse a unos programas exactos, creíbles y con arreglo a un calendario preciso”, indicó.
Apuntó que se debe comunicar a los mercados un plan apropiado para limpiar los balances bancarios, así como de los cambios que va a experimentar la política financiera y fiscal, mientras que los gobiernos deben impulsar reformas a las instituciones europeas.
“Lo mejor que se puede hacer hoy es obligar a todo el mundo a tomar las decisiones importantes y tomarlas juntos. Necesitamos políticas de crecimiento, reforma y unidad”, agregó.