Tras permanecer inactivo 115 años, el volcán Tongariro, ubicado en el centro de la Isla Norte de Nueva Zelanda, entró anoche en erupción alrededor de las 23:50 horas locales (21:50 GMT del lunes), arrojando rocas hasta un kilómetro de altura y esparciendo ceniza por encima de los seis mil metros, provocando el cierre de carreteras y cancelaciones de vuelos.
“Esperamos que la actividad volcánica continúe varias semanas”, indicó el organismo neozelandés encargado de medir la actividad volcánica, GeoNet, en un comunicado divulgado por medios locales.
“La erupción nos tomó por sorpresa. Hemos estado observando el área después de varios terremotos, pero no esperábamos esta actividad”, afirmó Michael Rosenberg, especialista vulcanólogo, entrevistado por la televisión pública de Nueva Zelanda.
La policía no reportó víctimas ni ordenó una evacuación masiva, pero pidió a los habitantes que están bajo la nube de ceniza que se queden dentro de sus casas con las puertas y las ventanas cerradas, aunque no descartó una evacuación en caso necesario.
Nueva Zelanda está situada en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona donde entran en contacto varias placas tectónicas y que tiene una importante actividad sísmica y volcánica.