El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó por mayoría realizar una reunión el viernes 24 de agosto para analizar el litigio entre Ecuador y Reino Unido por el asilo a Julian Assange.

La reunión fue aprobada con una votación de 23 países a favor (entre ellos México, Argentina, Venezuela y Nicaragua), la abstención de cinco (Barbados, Bahamas, Jamaica, Honduras y Paraguay) y el rechazo de tres (Estados Unidos, Canadá y Trinidad y Tobago).

Aunque la crisis se originó tras la decisión de Ecuador de otorgar asilo al fundador de WikiLeaks, la reunión se abocará a discutir la inviolabilidad de las sedes diplomáticas tras la denuncia del gobierno ecuatoriano sobre la amenaza de Reino Unido a su embajada en Londres, donde Assange se encuentra refugiado.

El jueves el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, denunció la presunta amenaza de autoridades británicas sobre “un posible asalto” a su embajada en Londres para detener a Assange.

Antes del voto, el gobierno estadunidense afirmó que la OEA “no tiene papel” en el caso de asilo político concedido por Ecuador a Assange, quien a través del sitio WikiLeaks difundió miles de documentos secretos de Estados Unidos.

Assange es requerido por las autoridades de Suecia, donde está acusado por delitos sexuales que él niega y afirma sólo es una treta para ser extraditado a territorio estadunidense.

Sobre la resolución, la embajadora estadunidense ante la OEA, Carmen Lomelin, declaró que su país “considera que este es un tema bilateral que debiera ser manejado a través de canales diplomáticos entre Ecuador y Reino Unido” y por ello “no podemos apoyar esta resolución”.

Estados Unidos “no reconoce el concepto de asilo diplomático como concepto de la ley internacional” porque no forma parte de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, indicó por su parte el Departamento de Estado.

Por su parte, la representante alterna de Canadá en la OEA, Wendy Allen Drukier, dijo que su país “sigue creyendo que este no es lugar adecuado para tratar este asunto por lo tanto no podemos apoyar la resolución”.

El representante alterno de Panamá, José de Jesús Martínez, mencionó que para su gobierno la convocatoria resultaba prematura debido a que las discusiones entre Ecuador y Reino Unido no estaban agotadas.

Martínez propuso incluso el envío de delegados por parte de la OEA a Ecuador y Reino Unido “para informarse sobre las posiciones de ambos gobiernos, e ilustrarnos si la OEA es un foro idóneo para tratar este tema”, pero la iniciativa no prosperó.

Aunque al final Panamá votó a favor de la propuesta presentada por Ecuador, cinco países optaron por abstenerse de votar.

El respaldo a la resolución creció después de que Ecuador accedió a modificar el lenguaje del texto original a petición de México, eliminando una porción en la que aludían las amenazas británicas.

El texto adoptado indica que los cancilleres se abocarán a tratar la situación “entre el Ecuador y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte concerniente a la inviolabilidad de los locales diplomáticos del Ecuador en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte al amparo del derecho internacional, y acordar las medidas que convenga adoptar”.