En su primer discurso público en Líbano, pronunciado hoy en el Aeropuerto Rafiq Hariri de Beirut, el Papa Benedicto XVI aseguró que ha viajado a Medio Oriente como peregrino de paz.
“Llego idealmente también a todos los países de Medio Oriente como peregrino de paz, como amigo de Dios, como amigo de todos los habitantes de todos los países de la región, sea cual sea su pertenencia y su credo”, afirmó en francés.
El avión de la compañía Alitalia, que trasladó al líder católico de Roma a Beirut, aterrizó poco después de las 13:45 horas locales (10:45 GMT), y el Papa se dirigió a una plazoleta, donde al pie de la escalerilla lo esperaba el presidente libanés Michel Suleiman.
Tras los saludos de bienvenida, ambos personajes recorrieron una larga alfombra roja hasta una tarima, desde la cual pronunciaron sus discursos.
El pontífice aseguró que tiene continuamente presentes en su oración las alegrías y los dolores de todos los habitantes de Medio Oriente, además de pedir a Dios que los acompañe y les consuelo.
“Vengo también para decir cuánto sea importante la presencia de Dios en la vida de cada uno y cómo el modo de vivir juntos, esta convivencia de la cual su país quiere dar testimonio, será profunda sólo si se basa en una mirada acogedora y una actitud de benevolencia hacia el otro”, añadió.
Reconoció que el famoso equilibrio libanés, donde los principales líderes políticos pertenecen a diversos credos religiosos, podrá prolongarse solo gracias a la buena voluntad y al empeño de todos los ciudadanos.
Solo entonces, precisó, será un modelo para los habitantes de toda la región y el mundo entero.
“No se trata de una obra solamente humana sino de un don de Dios que es necesario pedir con insistencia, preservar a toda costa y consolidar con determinación”, apuntó.