Un preso sentenciado en Ohio, EEUU, que pesa 218 kg quiere que su ejecución sea retrasada porque, según dice, es demasiado obeso para el proceso de inyección letal. Será ejecutado el 16 de enero.
Ronald Post, de 53 años, disparó y mató a un empleado de un hotel en el norte de Ohio hace casi 30 años. Su defensa alegó en su presentación ante la corte federal que el recluso es tan obeso que la camilla ejecución no podría retenerlo.