La furia de Sandy ocasionó 50 muertes en Estados Unidos pasó por la costa este del país y forzó a Wall Street a cerrar por dos días seguidos, un hecho que no ocurría desde hace 124 años.
El huracán no arrasó con la bolsa y reabrió en alza empujada por los sectores de industrias y servicios. El Dow Jones industrial rozó los 33 puntos, con una suba del 0,3 por ciento. Cuando sonó la campana en la bolsa, el índice S&P 500 se encontraba cinco puntos arriba.
Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, tocó la campana y reabrió la bolsa junto a Duncan Niederaurer, su jefe ejecutivo. Niederaurer lamentó que la industria no haya reaccionado antes y cerrado los mercados, aseguró en una entrevista con el canal de noticias CNBC. Los reguladores habían decidido dejar abiertos los mercados el lunes por la mañana.
En el marco de un mercado volátil, los analistas son cautelosos porque los inversores no compran ni venden acciones desde la semana pasada. Pero la atención estará enfocada en este viernes, cuando el Departamento de Trabajo de EEUU lance el último reporte de empleo antes de las elecciones presidenciales.