La ciudad española de Jerez de la Frontera, famosa por sus bodegas y tradición ecuestre, vive momentos de tensión por una prolongada huelga de los servicios de recolección de basura que acumula toneladas de residuos en las calles.

La tensión se acrecentó en los últimos días, especialmente por la noche, con la quema de numerosos contenedores de basura y las agresiones a los equipos de bomberos que acuden a apagar las llamas.

La ciudad de unos 212 mil habitantes, en la provincia andaluza de Cádiz, a una docena de kilómetros del Océano Atlántico, enfrenta una situación de bancarrota con una deuda de mil millones de euros (unos mil 200 millones de dólares) que llevó al Ayuntamiento a negociar con sus concesionarias de servicios recortes del 20 por ciento en los contratos, a partir del próximo 1 de enero.

Los trabajadores del servicio de limpieza -que se verá afectado por los recortes- iniciaron el 2 de noviembre una huelga en contra del plan de reducción de costos, que incluye 125 despidos y rebajas salariales.

Según informaron fuentes de los bomberos, en la última semana realizaron más de 300 intervenciones por quema de contenedores y basuras arrojadas en la vía pública en distintos puntos de la ciudad.

En muchos casos los bomberos debieron actuar bajo escolta policial para evitar las agresiones de los vecinos que tiraban piedras y botellas para evitar que sofoquen el fuego de los contenedores.

El Ayuntamiento de la ciudad valoró en 150 mil euros los daños ocasionados por la quema de 150 contenedores de basura en las dos últimas noches, durante las protestas vecinales.

En los incidentes registrados anoche - cuando llegó a haber 35 focos de fuego al mismo tiempo- la policía local detuvo a un menor, de 17 años, que fue sorprendido por los agentes cuando prendía fuego a un contenedor.

El delegado de Seguridad del Ayuntamiento, Javier Durá, informó de que desde primeras horas de la mañana de hoy camiones de una empresa pública externa trabajan con normalidad y ya recogieron unas treinta toneladas de basura, a pesar de que el domingo se registraron altercados con los trabajadores en huelga.

La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, defendió días atrás la necesidad de buscar otra empresa que realice el servicio, en tanto dure la huelga, para evitar la proliferación de ratas a causa de la presencia de los residuos en las calles.