Apenas se conoció la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en un bastión opositor del este de Caracas se escucharon bocinas, que contrastaron con la imagen de la plaza Bolívar, donde un grupo de personas conmocionadas por la noticia cantaban el himno nacional.
El tránsito en la ya de por sí caótica capital de Caracas colapsó de inmediato y había problemas para comunicarse por teléfono.
"Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos y a partir de este momento he prohibido llorarlo", dijo tajante el vcierpesidente Nicolás Maduro antes de terminar su mensaje.
El vicepresidente hizo un llamado a la paz y la tranquilidad y dijo que la policía se desplegará en todo el país, mientras las Fuerzas Armadas le ofrecieron su respaldo en una alocución a cargo del ministro de la Defensa, Diego Molero, que fue transmitida en cadena de radio y televisión.