La muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ocurrida la tarde de este martes, abre una delicada situación institucional en Venezuela, al tratarse de un mandatario reelecto y en funciones.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece en su artículo 233 que ante una "falta absoluta" del presidente, ocurrida durante los primeros cuatro años de su mandato, se debe convocar a elecciones generales en un plazo de 30 días. Sin embargo, en el caso de Chávez, entra en juego un elemento adicional. Su recaída en el cáncer y su operación ocurrieron durante los últimos días de su mandato anterior.
Por su delicada situación de salud, desde el 11 de diciembre, cuando fue operado por cuarta vez de cáncer en Cuba, el presidente electo nunca pudo atender a su acto de investidura, establecido constitucionalmente para el día 10 de enero.
En esa fecha, el Tribunal Supremo de Justicia decidió que la investidura podía postergarse hasta que el presidente recuperara la salud y volviera al país.
Sin embargo, eso nunca ocurrió, y con la muerte de Chávez esta tarde, el gabinete ejecutivo que tomaba las decisiones de gobierno en ausencia del presidente queda legalmente inhabilitado, ya que está compuesto por funcionarios designados por el presidente y no elegidos por el voto popular.
De acuerdo con la Constitución Nacional, en el período de transición que sucede a la falta absoluta presidencial, debe asumir el cargo temporalmente el presidente de la Asamblea Nacional, quien es la más alta figura de elección popular tras el Presidente Ejecutivo.
La responsabilidad recae, de esta manera, en el diputado Diosdado Cabello, un exmilitar de la misma promoción de Chávez, y que se convirtió durante su gobierno en uno de los líderes políticos más influyentes del país.
Cabello no estuvo presente hoy en los actos oficiales donde el vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro, anunció el estado crítico y el posterior fallecimiento del presidente Chávez.
Se conoce que el legislador se encuentra en su natal estado de Monagas, al noreste de Venezuela, afectado desde el domingo por el fallecimiento de su madre, la señora Felicia Rondón de Cabello.
De esta manera, Diosdado Cabello deberá volver con carácter de urgencia a Caracas para atender a su investidura como presidente encargado de Venezuela, ante la Asamblea Nacional, y convocar un nuevo proceso electoral.
La sucesión
El pasado 8 de diciembre, el recientemente fallecido presidente Chávez realizó su última alocución pública, cuando anunció a los venezolanos la necesidad de someterse a una operación, nuevamente en Cuba, con carácter de urgencia ante una complicada reaparición del cáncer que le afectaba.
En ese mismo mensaje, Chávez expresó que su voluntad "plena y absoluta" era que, en caso de quedar incapacitado para regresar a la presidencia de Venezuela, se convocaran nuevas elecciones presidenciales, tal y como indica la Constitución Nacional.
También señaló que, entre su equipo más cercano, su opción para sucederle como gobernante de Venezuela era el vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro, para quien pidió todo el apoyo de sus simpatizantes.
Desde entonces, y en ausencia de Chávez, Maduro, de 50 años, asumió el más alto perfil público en Venezuela y su figura ha empezado a ser identificada por los "chavistas" como el nuevo líder y conductor del proceso revolucionario.
Según una encuesta de la firma venezolana Hinterlaces, publicada el 26 de febrero, Maduro alcanzaría una preferencia del 50 por ciento del electorado en contra de un candidato de la oposición de derechas.
En cuanto al posible candidato presidencial de este bloque político, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció el 23 de enero pasado que su abanderado sería escogido mediante el consenso de la treintena de organizaciones que engloba la coalición.
Otra encuestadora de gran credibilidad nacional, Datanálisis, dio a conocer hace unos días que, entre la población identificada con la oposición, la figura con mayor aceptación es el gobernador del estado central de Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles.
Capriles, de 40 años y abogado de profesión, acumuló en la encuesta el 72 por ciento de las preferencias del electorado opositor, frente al dos por ciento conseguido por su más cercano seguidor.
Capriles el año pasado recorrió Venezuela durante su campaña, y obtuvo 6.5 millones de sufragios el 7 de octubre frente a Chávez, que triunfó con 8.1 millones de sufragios.
El 44.31 por ciento de votos logrado por Capriles es la más alta votación obtenida por cualquier candidato presidencial frente a Chávez, que con un 55.07 por ciento registró, a la inversa, su menor porcentaje de apoyo desde el año 1998.