Otra persona murió el martes en China debido a una nueva cepa de gripe aviaria, reportaron medios estatales, elevando a ocho el número de fallecidos por el virus H7N9 desde que fue confirmado en humanos por primera vez el mes pasado.

La víctima de 83 años, de la provincia oriental de Jiangsu, fue ingresada en el hospital con fiebre el 20 de marzo y se confirmó que tenía H7N9 el 2 de abril, informó la agencia de noticias oficial Xinhua.

La cepa H7N9 ha infectado a 24 personas, todas ellas en el este de China, de las cuales ocho murieron.

La Organización Mundial de la Salud ha elogiado a China por movilizar recursos en todo el país para combatir el virus al matar miles de aves y monitorear a cientos de personas cercanas a los infectados.

Las autoridades han dicho que no hay evidencia de que la cepa H7N9 esté siendo transmitida entre humanos.

La gripe aviaria ha provocado preocupación internacional y algunos usuarios de Internet y diarios chinos se han preguntado por qué demoró tanto tiempo el Gobierno en anunciar los casos nuevos, especialmente cuando dos de las víctimas se enfermaron en febrero.

Las acciones de las aerolíneas han caído en Europa y Hong Kong por los temores de que el virus pueda llevar a una pandemia como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), que emergió en China en el 2002 y causó la muerte de cerca del 10 por ciento de las 8 mil personas infectadas en el mundo.

Las autoridades chinas inicialmente intentaron encubrir el brote de SARS.

En el caso de la cepa H7N9, las autoridades han dicho que necesitaban tiempo para identificar el virus, que registró casos entre las orientales provincias de Zhejiang, Jiangsu y Anhui así como en el centro comercial de Shanghái.

Otras cepas de gripe aviaria, como H5N1, han estado circulando durante muchos años y pueden ser transmitidas de aves a aves, de aves a humanos, pero generalmente no de humanos a humanos.