El presidente de Cuba, Raúl Castro, rindió homenaje a Nelson Mandela, a quien consideró como el símbolo supremo de la dignidad y la lucha revolucionaria, durante su discurso en uno de los funerales más multitudinarios y seguidos de la historia.

En su discurso en el estadio FNB de Soweto, en Johannesburgo, donde casi 100 jefes de Estado y de gobierno se dieron cita, Castro dijo que "Mandela fue un ejemplo de integridad y perseverancia que encabezó el esfuerzo dirigido a erradicar la pobreza".

"Junto a sus compañeros de lucha, dirigió a sus compañeros contra la batalla del apartheid (segregación racial) para abrir el camino hacia una nueva Sudáfrica", destacó.

El mandatario cubano rindió tributo a Mandela, a quien se reconoce como símbolo supremo de dignidad y de la lucha revolucionaria, así como un profeta de la reconciliación y la paz.

"Jamás olvidaremos el emocionado homenaje de Mandela a nuestra lucha común cuando nos visitó en 1991 y dijo: ´El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África´".

Recordó la amistad de Mandela con su hermano Fidel, que dijo del líder sudafricano: "Mandela no pasará a la historia por los 27 años que pasó encarcelado, sin ceder en sus ideas, sino porque fue capaz de arrancar de su alma todo el veneno que pudo crear tan injusto castigo".

"Honor y gloria eterna a Nelson Mandela y al heroico pueblo de Sudáfrica", concluyó Raúl Castro.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien también viajó a Sudáfrica, destacó que "la lucha de Mandela y del pueblo sudafricano se transformó en un ejemplo para todos los pueblos que luchan por la justicia, la igualdad y la libertad".

Afirmó que el Premio Nobel de la Paz 1993, fallecido el jueves pasado, "inspiró la lucha civil en Brasil y América del Sur", además subrayó la firmeza y determinación tan lúcida que reveló en su combate, que terminó con éxito.

Por su parte, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, consideró que el mundo ha perdido a un querido amigo y a un mentor.

"Mandela sacrificó muchísimo para conseguir libertad e igualdad. Nos enseñó una forma, nos enseñó su corazón. Nos tenemos que inspirar en su espíritu. Luchó durante toda su vida por todos y cada uno de nosotros", agregó.

"Este estadio alberga a decenas de miles de personas, pero ningún estadio podría albergar nuestro dolor hoy, África ha perdido a su héroe, a su padre. Él era uno de nuestros mayores profesores, nos enseñó dando ejemplo", indicó.

Asimismo, el presidente sudafricano Jacob Zuma se dirigió a sus compatriotas para decirles que "nunca antes nuestro país ha celebrado una vida como lo estamos haciendo con la de Madiba hoy".

Aseguró que Mandela era "un luchador por la libertad sin temor, entendía las posibles consecuencias de sus acciones, pero sabía que ningún sistema injusto dura para siempre".

"Nunca perdió el espíritu de lucha, durante 27 años el pueblo sudafricano habló de él en tono alto y sin miedo", recordó Zuma.

Además de Zuma, durante los funerales de Mandela en el estadio FNB de Soweto tomaron la palabra los presidentes Pranab Mukherjee de India, de Namibia, Hifikepunye Phamba, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy y el vicepresidente chino, Li Yuanchao.

Así como familiares y amigos de Mandela y un antiguo compañero de celda de Mandela en la cárcel de Robben Island.

El encargado de cerrar el funeral con una oración fue el arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, quien pidió al público ponerse de pie para dar la bendición. "Damos gracias a Dios y prometemos ante Dios que seguiremos el ejemplo de Nelson Mandela", proclamó.