El ciclista holandés Maarten de Jonge, integrado en las filas de un equipo malayo, dice sentirse afortunado por segunda vez, ya que el pasado mes de marzo pudo haber estado a bordo del avión de Malaysia Airlines que desapareció de los radares con 229 personas nada más despegar, y este jueves no voló en el avión de la misma compañía que se accidentó en Ucrania.
De Jonge, de 29 años, iba a comprar su vuelo de regreso a Kuala Lumpur desde Ámsterdam en el mismo vuelo siniestrado en Ucrania, que se cobró la vida de unas 300 personas, pero el destino lo salvó, ya que en último momento encontró un boleto mucho más barato en otra compañía para el domingo.
Según la prensa local, el pasado 8 de marzo el joven ciclista se encontraba en el aeropuerto en Kuala Lumpur listo para tomar un vuelo que lo llevaría a una competición en Taiwán. Pero, afortunadamente, de Jonge había elegido otro vuelo con destino a Taiwán que salía una hora más tarde del accidentado avión y no incluía una escala en Pekín, el destino final del desaparecido MH370.