Según Miyashiro, entonces un tornero de una acería de la ciudad de Kokura (actual Kitakyushu), de la provincia de Fukuoka, el alquitrán de hulla que quemó bloqueó la observación de su ciudad, objetivo principal del bombardeo, e hizo que los pilotos estadounidenses eligieran Nagasaki para lanzar la bomba atómica, segundo objetivo del ataque, informa el diario Mainichi Shimbun.
Tres exempleados de Yawata Steel Works, hoy en día Nippon Steel & Sumitomo Metal Corp., relataron recientemente a Mainichi Shimbun el proyecto de crear una cortina de humo en el cielo para proteger la ciudad de los bombardeos.
Uno de estos tres trabajadores, Satoru Miyashiro, que trabajaba entonces en una fábrica de latas al final de la guerra, dijo que quemó alquitrán de hulla para crear una cortina de humo el 9 de agosto de 1945.
Miyashiro se encontraba en la oficina al lado de la fábrica cuando escuchó por la radio que unos pocos aviones de EU estaban volando hacia el norte. Cuando sonó la sirena antiaérea, su supervisor le dijo que empezara a prender fuego a los cubos de aceite llenos de alquitrán de hulla. Cuando constató que el humo estaba cubriendo el cielo, Miyashiro se retiró a un refugio subterráneo.
Hasta que no volvió a la oficina después de que los bombarderos B-29 desaparecieran, Miyashiro no supo que la ciudad de Nagasaki había sido atacada por un "nuevo tipo de bomba".
Según la versión oficial de la historia de los mortales bombardeos atómicos sobre Japón, la ciudad de Kokura, hoy Kitakyushu, que albergaba un enorme arsenal militar, fue el objetivo principal del ataque del 9 de agosto, pero lo pilotos tuvieron que cambiar su destino a Nagasaki (segundo objetivo) debido a la baja visibilidad sobre los cielos de Kokura. Sin embargo, Nagasaki también estaba cubierta por nubes. Pese a que el combustible del avión ya estaba por agotarse, la tripulación lanzó una bomba que cayó entre las plantas de producción de acero y de cañones Mitsubishi, en el sur, y la fábrica de torpedos Mitsubishi-Urakami en el norte de la ciudad.